| domingo, 20 de julio de 2003 | Los privados se resisten al nuevo registro Los dichos y entredichos que rodearon la carga de datos en el nuevo registro del Sigae no fueron menores, principalmente en los establecimientos particulares. Al punto de que un grupo que se identificó como "padres de alumnos de comunidades educativas de gestión privada" de la ciudad de Santa Fe envió un escrito al director del Servicio de Enseñanza Privada del ministerio, Vicente Serra, para solicitarle que desista de implementar el sistema. El argumento empleado es que la información "penetraría al fuero íntimo" de los alumnos. El ministro de Educación, Daniel Germano, sostuvo que detrás de esta explicación "se esconde la intención de no querer transparentar cómo funcionan los colegios".
La nota, fechada el pasado 4 de julio, plantea que "se estarían recabando datos de la esfera íntima del educando como de su grupo familiar inmediato" y que esta información "no sería meramente estadística ya que al estar perfectamente identificado el nombre del alumno se penetraría al fuero íntimo de todo su entorno familiar".
Concretamente, el documento hace referencia a los puntos donde se consideran aspectos "de la salud física, condición social, facetas psicológicas, condición socioeconómica y discriminación (sic)".
En sí, los directores de las escuelas -tanto públicas como privadas- sólo deben informar aspectos relativos a la presentación de la cartilla de vacunación de los alumnos y de certificados de salud física y bucodental. Los datos de la condición socioeconómica (calificada en deficiente, regular, buena o muy buena) se obtienen de acuerdo a la profesión de los padres, su empleo y la evaluación que ellos mismos hacen de su situación a través de encuestas.
El escrito que recibió Serra sostiene que "los datos en cuestión son personalísimos" y, por lo tanto, se solicita "el cese inmediato de dicha penetración en la intimidad" en virtud del "sentimiento de desprotección que invade" a los padres.
Sin embargo, para el ministro de Educación estos reproches "son inadmisibles" y esconden segundas intenciones. "Detrás de todo esto está la resistencia de los colegios a mostrar cómo funcionan", afirmó.
Al mismo tiempo aclaró que "la información que pedimos sobre el nivel socioeconómico de los alumnos y sus familias es la misma que se incluye en las encuestas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec)". Explicó que se solicitan estos datos porque "hacen a la identidad de los estudiantes" y "no tienen otra finalidad más que poder planificar políticas educativas". enviar nota por e-mail | | |