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 domingo, 20 de julio de 2003

La provincia es el primer distrito del país en desarrollar esta experiencia
Un sistema informático revoluciona la burocracia educativa santafesina
Ya permitió detectar alumnos anotados en más de una escuela y establecimientos con bajísimas matrículas

Carina Bazzoni / La Capital

Con sólo acceder a una PC, los funcionarios del Ministerio de Educación de la provincia ya pueden llevar a sus escritorios una radiografía exacta de cómo funcionan todas y cada una de las escuelas santafesinas, tanto públicas como privadas. El sistema contiene datos de infraestructura, equipamiento, población escolar e historia académica de alumnos y docentes. Su implementación ya permitió detectar algunas irregularidades: escuelas con menos de 10 alumnos, estudiantes inscriptos en más de un establecimiento a la vez (los llamados alumnos fantasmas) o profesores que superan el límite de horas cátedra establecidos, son sólo algunos ejemplos.

El nombre técnico del programa es Sieme (Sistema de Información Ejecutiva del Ministerio de Educación). Su implementación demandó algo más de dos años de trabajo, pero aún así Santa Fe se convirtió en la primera provincia del país que lo puso en práctica.

Es que la carga de información al sistema generó más de un rechazo, principalmente entre los establecimientos de gestión privada (ver aparte).

"Con el Sieme tenemos un mapa de cómo funciona el sistema educativo, información que resulta imprescindible para realizar una correcta gestión. Había casos en los que resultaba imposible determinar las condiciones generales de los establecimientos y era un vacío que había que solucionar lo antes posible", explicó el ministro de Educación de la provincia, Daniel Germano.

Básicamente en el programa están cargados los legajos de cada establecimiento, del personal que trabaja allí y de los alumnos. Todo con un grado de detalle significativo.

De las 4.329 escuelas santafesinas -públicas y privadas- se apuntan datos como la cantidad de alumnos y divisiones que existen, la propiedad del inmueble, el año de la construcción, la superficie cubierta (si hay o no posibilidad de ampliarlo o terrenos linderos para edificar), la cantidad de aulas y baños, y sus superficies.

Además se reúne información sobre la cantidad y calidad del equipamiento, y la asociación cooperadora: si tienen estatuto aprobado, nombres del presidente y el tesorero, y número de cuenta bancaria.

Los docentes y no docentes están identificados con nombre, DNI, estado civil, antigüedad, cantidad de cargos y situación de revista (titular, interino o reemplazante), escuelas donde se desempeñan, materias que dictan y licencias pedidas.

Por último, de los alumnos se consigna el nombre, DNI, fecha de nacimiento, domicilio, historia escolar, datos de los padres, situación socioeconómica, estado de su carné de vacunación, grupo sanguíneo, presentación de certificados de buena salud y bucodental. También está especificado si asisten a los comedores escolares o reciben la copa de leche.


"Transparentar el sistema"
Para Germano, la principal función que cumplirá el Sigae es la de transparentar el sistema educativo. "Es evidente que existen distorsiones. Y como los recursos públicos no son infinitos, su aplicación debe ser lo más correspondiente con la realidad", sostuvo.

En este sentido, destacó que la principal tarea a desarrollar será la de ajustar la planta de cada escuela a la matrícula de alumnos que tiene, aclarando que "no se trata de que queden docentes sin trabajo, sino de que no se siga deformando el sistema. Hay escuelas que tienen divisiones de 17 alumnos y otras que están desbordadas. Esto no puede ser".

Así, los primeros datos que se cruzaron desde el ministerio con la implementación de este flamante sistema permitieron comprobar que existen en la provincia 9 escuelas de EGB diurnas que funcionan con menos de 10 alumnos y otras 61 que lo hacen con menos de 20.

Mientras tanto, otros establecimientos mantienen dos divisiones de un mismo grado con un promedio de 15 alumnos cada una. Y, a la inversa, existen también comisiones donde conviven más de 40 estudiantes.

La carga de datos permitió también detectar una serie de irregularidades: hay chicos que aparecen al mismo tiempo cursando el mismo grado hasta en tres escuelas a la vez. El próximo paso será cruzar también estas variables en cuanto a los alumnos que atiende cada establecimiento en el comedor.

Por otra parte, se detectó también una cantidad de profesores con más horas cátedra que las permitidas por la provincia. A ellos se los está intimando a renunciar a los cargos.

"En mayor o menor medida, todas estas son cosas que deforman el sistema educativo y que tenemos que ir adecuando para asignar mejor los recursos. Que un profesor trabaje de más no es grave, pero puede atentar contra la calidad de sus clases. Y en los casos de alumnos anotados en varias escuelas, de seguirse manteniendo esta dinámica, tendremos que poner a funcionar los sistemas disciplinarios del ministerio", advirtió Germano.

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