| sábado, 19 de julio de 2003 | Tensión, protestas y otro ataque Bagdad. - El número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz, efectuó ayer una visita a Irak, cien días después de la caída de Bagdad en un clima de gran tensión, con protestas sunitas y shiítas contra el flamante consejo de gobierno transitorio y un nuevo ataque que provocó la muerte de un soldado estadounidense.
Rodeado de un estricto dispositivo de seguridad desde su llegada el jueves, el subsecretario de Defensa norteamericano realiza una visita enmarcada además por las quejas de las tropas norteamericanas ante la posibilidad de que su misión en Irak se extienda.
Otro soldado norteamericano murió ayer en un ataque contra un convoy cerca de Falluja, al oeste de Bagdad. Esta muerte eleva a 34 el número de militares norteamericanos abatidos en ataques desde el 1 de mayo.
Ayer en la gran mezquita sunita de Um Al-Kura de Bagdad, el imán Harith El-Dhari llamó a apoyar la resistencia.
Esta prédica fue seguida de una manifestación de miles de personas que protestaban contra el consejo de gobierno transitorio iraquí creado el 13 de julio con el aval de los norteamericanos, y donde fue distribuido un comunicado afirmando que "La escuela de ulemas sunitas de Irak estima que el Consejo transitorio divide al pueblo iraquí sobre una base confesional". Mientras tanto, en Kufa, 120 km al sur de Bagdad, varios miles de fieles shiítas también fustigaron a los norteamericanos.
Wolfowitz se dirigió en helicóptero a la cárcel de Abu Gharib, acompañado por el administrador en jefe estadounidense en Irak, Paul Bremer. A 25 km al oeste de Bagdad, el mayor penal de Irak es símbolo de las atrocidades del derrocado régimen de Saddam. (AFP) enviar nota por e-mail | | |