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 sábado, 19 de julio de 2003

Se formalizó en Buenos Aires la primera unión civil de personas de un mismo sexo
Dos hombres oficializaron su relación sentimental al amparo de la flamante legislación porteña

Por primera vez en la historia de Latinoamérica, se unió ayer en el Registro Civil de la ciudad de Buenos Aires una pareja de dos homosexuales luego que la Legislatura porteña sancionara, en diciembre del año pasado, la ley 1004 de uniones civiles, con independencia de su sexo.

César Cigliutti, de 45 años, y Marcelo Suntheim, de 35, presidente y secretario, respectivamente, de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) concretaron su unión a las 17, brindaron en la calle y -pese a que no es un matrimonio- se colocaron las alianzas en medio de un importante festejo de la colectividad gay de la Argentina.

Mientras en la vereda desplegaban la bandera arcoiris de los gays y lanzaban papelitos de colores al paso de Cigliutti y Suntheim, dentro del edifico de Uruguay al 700 quedó la pareja conformada por Flavia Bonaud y Rodrigo Cozzani, dispuesta también a concretar su unión civil, aunque heterosexual.

La primera unión homosexual se celebró frente a cronistas de distintos lugares del mundo, en un gran recinto repleto, en el que apenas pudieron ingresar los testigos y la oficial de Justicia, Liliana Arvevich, los testigos y los padres de los contrayentes.

En tanto, en la calle, la gran cantidad de curiosos, amigos y familiares de los dos hombres que conformaron la primera unión civil en América Latina, obligaron a la policía a cortar el tránsito en la esquina de avenida Córdoba.

Los "contrayentes" gays salieron bajo una lluvia de papeles de colores, ya que se negaron a que les tirasen arroz, debido a que "con eso se le da de comer a los chicos", dijeron, tras lo cual se colocaron las alianzas, brindaron y repartieron copas de champagne a todos los que pasaban.

La salida de Cigliutti y Suntheim fue celebrada también con la repetición, una y otra vez, de la canción "Soy lo que soy", de Sandra Mihanovich, un himno de los gays en la Argentina.

A la celebración de las uniones asistieron la secretaria de Gobierno porteña, Silvana Giúdicce; el director del Registro Civil, Félix Pelliza; el legislador que impulsó la ley, Roque Bellomo, y la secretaria de Derechos Humanos, Gabriela Alegre.

Todos coincidieron en que este era "un día muy importante", pero Giúdicce aclaró que lo era porque permitía "reconocer los derechos de las minorías".

Agregó que "acá se reconoce la convivencia de dos personas sin distinción sexual, que no llega a ser un matrimonio, pero les permite acceder a créditos y obras sociales, pese a que uno no puede heredar al otro".

Pelliza, en tanto, explicó que el organismo a su cargo "ahora tiene una función más" y que desde el lunes volverán a inscribir parejas que se quieran unir, las que se celebrarán a partir del lunes 28, de 16 a 20.

El funcionario destacó que el Registro Civil realiza por año 5.550 instrucciones sumarias, denominadas "convivencias", desde hace cinco años, y que como "el 90 por ciento son heterosexuales", calculó que en el futuro no habría "un aluvión" de parejas gays.

En tanto, Pedro Paradiso, directivo de la CHA, remarcó que estaban "muy orgullosos" de la unión civil de Cigliutti y Suntheim, a la que calificó de "hito histórico" ya que significa "legislar para iguales hechos y vivencias, no sólo para las minorías".

A las 16.45 Cigliutti entró al salón de la mano de Suntheim y se dieron un primer beso a pedido de los fotógrafos, tras lo cual la oficial de Justicia leyó el acta con la que se celebró la unión.

Antes de dejar el salón, Cigliutti dijo que estaba "muy contento" por haberse unido delante de sus padres. Al final de la primera ceremonia gay, cayeron sobre la pareja gran cantidad de pétalos de rosa color té, que le arrojaron otros miembros de la colectividad, mientras preparaban el festejo en la calle. (Télam)

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Suntheim y Cigliutti en el Registro Civil porteño.

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