Personajes & destinos: Islas Granadinas, una grata casualidad

Silvio Mario Valli

Debo confesar que "descubrí" las islas Granadinas por "casualidad". Mi intención era ir a Costa Rica invitado por mi amigo Elías Carranza Saroli, residente en aquel país desde hace muchos años. Dije "casualidad" debido a que además, era llegar a Parrot Kay, cerca de Miami, pero por problemas con las reservas pertinentes no tuve lugar para el viaje.

Canouan, es una isla paradisíaca, la más grande de las que conforman el archipiélago Islas Granadinas, y que recomiendo a todos aquellos que gusten del sol, el mar y la tranquilidad, ah... y una buena... muy buena compañía, e ir, particularmente en enero que si bien es un mes ventoso, no va mucha gente, con el consiguiente disfrute plus.

Las islas Granadinas (Saint Vincent and the Granadines) son un grupo de 30 islas, Estado Independiente del Commonwealth británico y se destacan la mencionada Canouan, Bequía, Mustique y obviamente Saint Vincent, la capital.

Enclavada en el mar Caribe, Canouan tiene solo 1.500 habitantes y se destaca por sus arenas blancas, arrecifes de coral, mar color turquesa, inigualable, donde se puede practicar snorkel, windsurf y buceo.

Cito sólo a Canouan debido a que por ese entonces se había inaugurado un resort, el The Carenage Bay, y si bien no hay demasiadas atracciones (cine, sí) fuera de las naturales, se pueden hacer distintas excursiones y recorrer el resto de las islas del archipiélago con un avión pequeño y toma todo el día. Puede irse también en barco hasta Tobago Keys (45 minutos de navegación).

Arenas blancas, aguas transparentes y ¡tortugas marinas por doquier!, son las constantes del paseo.

El resort es una suerte de miniciudad, con muchas casitas bajas compuestas por cuarto, living y terraza propia. Las callecitas son ideales para caminar. Hay a disposición carritos de golf para poder trasladarse de un lugar a otro. A propósito del golf, el campo tiene 24 hectáreas para los 18 hoyos repartidos, con vista al mar.

Canchas de tenis, voley, y un casino estilo francés, al que hay que agregar, la pileta, bicicletas para el agua, centro de Internet, donde levantar e-mails o jugar con las computadoras completan parte de las comodidades. Allí se come mucho pescado, ensaladas y ensopadas caribeñas y ¡pastas!.

Al igual que los lugareños que trabajan y viven en Canouan, uno se acostumbra a andar descalzo por todo el ámbito de esta bella isla, contando con una esmerada y prolija atención, donde todos están compenetrados con el beneplácito del turista.

Para llegar a Canouan -si bien no es de fácil acceso- desde la Argentina, primero hay que ir hasta Miami, de ahí a San Juan de Puerto Rico y de allí a Barbados. Estimo que seguramente habrá otra ruta que los operadores de nuestras agencias de viaje, con su idoneidad y competencia, sabrán informar debidamente. Canouan bien lo vale. L'aventure, c'est la aventure.

(*) Crítico de espectáculos