Vendió una carga de embutidos en una granja y dijo que le habían robado

Un transportista que anteayer había denunciado que piratas del asfalto le habían robado el cargamento de embutidos de un conocido frigorífico cuando circulaba por la zona sur de la ciudad terminó admitiendo que lo había entregado en una granja, por lo que los investigadores establecieron que se trataba de un falso robo. Ayer, la policía localizó el vehículo con la carga en el barrio Las Flores.

A las 7 del viernes, Walter Aníbal Sotelo, de 25 años, salió de la planta del frigorífico Paladini de Villa Gobernador Gálvez transportando embutidos y fiambres en una trafic Renault Rodeo con caja térmica. Diez minutos más tarde cuando llegó a Ameghino entre Laprida y Buenos Aires, según dijo en un primer momento a la policía, fue interceptado por delincuentes que lo redujeron y lo abandonaron más tarde en el cruce de las rutas A012 y 33, en jurisdicción de Zavalla.

Sotelo radicó la denuncia por el atraco en la seccional de esa localidad, aunque su testimonio fue perdiendo consistencia y terminó aceptando que había dejado la camioneta con la carga en el cruce de Uriburu y Circunvalación.

Antes, los investigadores habían detectado que dos detalles del episodio "no cerraban". "En el lugar donde se había producido el robo, los vecinos dijeron que no habían visto nada.

Además, los pesquisas recorrieron el trayecto que debió recorrer el chofer y establecieron que no lo podía haber realizado en 45 minutos", explicó una fuente policial.

En el mediodía de ayer, después de declarar ante la Justicia, Sotelo indicó a los policías el sitio exacto dónde estaba la trafic con la carga: una casa del barrio Las Flores. "Dice que si no entregaba la mercadería lo iban a matar, aunque también admitió que recibiría dinero después de la venta de los fiambres", comentó el vocero consultado.

Cerca de las 12.30, efectivos de la Brigada de Investigaciones llegaron hasta Caña de Ambar 1485 y hallaron en el garaje la Trafic "con casi toda la carga". En el lugar, funciona una granja y su dueño, un hombre "con antecedentes delictivos", no estaba presente cuando arribaron los uniformados.