| domingo, 13 de julio de 2003 | Fútbol de salón: Mendoza de Regatas gritó campeón A sólo 24 segundos del final logró el 8 a 7 con que se impuso a Magallanes de Tierra del Fuego Elvio Evangeliste / La Capital Con una verdadera sutileza de Hernán Torres. Así inclinó la balanza a su favor Mendoza de Regatas para quedarse con el título en la Liga de Honor de fútbol de salón. Fue precisamente un toque de calidad en medio de un partido vibrante, en el que Club Atlético Magallanes (Tierra del fuego) le puso emoción, amor propio y, sobre todo, mucho calor. Pero el destino le terminó jugando una mala pasada y finalmente el resultado premió a los cuyanos, que lógicamente hicieron sus méritos.
Nadie imaginaba tantos goles en la final, sobre todo por la manera en que disputaron los primeros 10 minutos, donde la marca era la reina. Pero el gol de Stahringer a los 11' abrió un camino para los mendocinos que parecía no tener retorno. Es que en apenas cuatro minutos Mendoza ya estaba cuatro goles arriba gracias a las apariciones de Torres y Femmenia, que marcó en dos ocasiones.
Todo parecía demasiado claro para Mendoza. Si hasta se dio el lujo de desperdiciar cuatro tiros libres sin barrera. La tranquilidad era tal que las caras por los yerros no denotaban preocupación y por eso se fueron tranquilos al descanso. Claro, no imaginaron lo que vendría.
Más tranquilidad trajo el tanto de Barbisán a los 2' del complemento, aunque esa tranquilidad desencadenó en un desorden defensivo llamativo, que sumado a la garra de los fueguinos hizo que Magallanes se pusiera a tiro con los dos goles de Ullúa, Maragaño y Ferreiro.
Partido liquidado, volvieron a pensar en el banco de Mendoza tras las conquistas de Torres y Barbisán. Se equivocaron. Porque todavía quedaban 10 minutos en juego y la diferencia era sólo de 3 goles. Precisamente los que llegaron vía Paillacar, Vargas y Claudio Núñez.
A esa altura nadie se animaba a arriesgar un resultado. De hecho el partido pudo haberse definido antes, ya que los dos tuvieron las chances como para lograrlo.
Fue un duelo entre la técnica mendocina y la garra fueguina, y los dos, cada uno con su estilo, hicieron todo para quedarse con el título. Pero el tiro libre a 24 segundos del final quedó para Mendoza. El técnico pergeñó la jugada desde el banco, pidió minuto y tras la reanudación Torres hizo lo suyo. Después de pincharla por encima de la barrera los cuyanos no tuvieron más que dejar que el reloj llegue a cero. Así fue. Y por eso festejaron. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El festejo del equipo mendocino. | | |