| domingo, 13 de julio de 2003 | El suicidio de una poetisa, familiar de un secuestrado, enluta a Colombia Bogotá. - Una enorme conmoción provocó en Colombia la muerte de la poetisa y periodista María Mercedes Carranza, fundadora y directora de la Casa de Poesía Silva, quien se suicidó el viernes en Bogotá, inmersa en una profunda depresión por la incontenible violencia que sufre el país. Ramiro, hermano de la poetisa, fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hecho que la sumió en una profunda depresión. El presidente colombiano Alvaro Uribe, lamentó la muerte de la escritora: "Anticipo la falta que le hará al debate y a la creatividad cultural la desaparición de María Mercedes Carranza", dijo Uribe.
Intelectuales, funcionarios del gobierno, ex presidentes y otras personalidades desfilaron frente al féretro que era velado ayer en capilla ardiente en la Casa de Poesía Silva, cuya sede es la casa colonial en la que vivió y también se suicidó el poeta modernista colombiano José Asunción Silva. "Es una pérdida muy sensible para el país y la cultura. El aporte de María Mercedes no pasa sólo por su prolífico y productivo trabajo frente a la Casa de Poesía Silva, sino además, como artista y líder cultural", afirmó la ministra de Cultura de Colombia, María Consuelo Araújo.
El escritor Alvaro Mutis dijo estar "en gran estado de tristeza y desolación por la muerte de la poetisa", quien continuó "la entrega y la fe en los valores de la poesía" de su padre, el fallecido profesor y diplomático Eduardo Carranza, uno de los poetas más destacados de la literatura colombiana. Carranza, de 58 años, fue encontrada muerta en su departamento la mañana del viernes, tras ingerir la noche del jueves píldoras antidepresivas, según sus allegados.
La hija de la escritora, Melibea Garavito, confirmó que su madre se quitó la vida "agobiada por muchas tristezas", entre las que mencionó el secuestro del hermano de la poetisa, Ramiro Carranza, en poder de la guerrilla de las Farc, la muerte de varios amigos y la violencia que azota a Colombia. "Mi mamá estaba agobiada por la tristeza, por el dolor del secuestro, de la muerte, y bueno, tomó esta decisión y yo la respeto; me parece que si eso era lo que ella quería es lo que debe ser; me siento feliz por ella", declaró la joven.
El periodista colombiano Daniel Samper, amigo de la escritora, señaló que el suicidio de Carranza "no fue una determinación caprichosa ni por azar" y recordó cuando ella comentaba entre suspiros: "Ay, este país nos está matando". (AFP y DPA) enviar nota por e-mail | | |