| domingo, 13 de julio de 2003 | Moda española: vestidos de museo Moda Española parecería ser la muestra más ambiciosa de cuantas se han programado en Europa y en EEUU en años. Muchos museos han realizado exposiciones monográficas o temáticas en Francia e Italia. Sin embargo en ninguno se ha abordado un proyecto con una visión global sobre la moda de un país, como el que propone la exposición del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que se extenderá hasta el 28 de septiembre en Madrid (España).
El principal objetivo de los organizadores Ðla sociedad estatal para el Desarrollo del Diseño y la Innovación (DDI) y el Ministerio de Ciencia y TecnologíaÐ es promocionar la moda made in Spain, pero no es casualidad que el lugar elegido haya sido el Reina Sofía. La intención de estas instituciones es elevar la costura a la categoría de arte: dignificar un producto cultural mirado con desdén desde los círculos intelectuales.
El proyecto huye de un planteamiento retrospectivo y se centra en el presente y el futuro del diseño español. La imagen del espejo, idea del cineasta Gonzalo Suárez como responsable del montaje expositivo, es el hilo conductor para visitar la muestra que se extiende en 1.200 metros cuadrados.
Las secciones expositivas o espejos, en las que se ha fraccionado el universo de la moda española, quieren dar una visión global de la misma desde la producción industrial al proceso creativo, pasando por su dimensión social.
También tratan su relación con lo que, convencionalmente, se denomina mundo del arte: Dalí, Miró o Fortuny abren la muestra con sus respectivas aportaciones al vestuario, tanto para el teatro como en el diseño de ropa cotidiana.
"El espejo retrovisor" es la única mirada al pasado. Para explicar el presente se realiza un recorrido por las creaciones más emblemáticas del último medio siglo. El punto de partida lo marca el vestido saco de Balenciaga (1956), prenda tendencia exportada a todo el mundo y todavía vigente.
Los diseñadores de la sala de "El espejo transparente", como Custo o Amaya Arzuaga, visten a sus maniquíes con la moda que está hoy en la calle. En cambio, "El espejo del futuro" recoge las aportaciones de los jóvenes que se han erigido como aspirantes al relevo generacional.
El punto de vista sociológico se ha instalado en otro salón, con contenidos audiovisuales (fotografía, publicidad, cine). En esa sala, la moda ya no se presenta como expresión artística, sino como manifestación social. La tecnología, como agente del cambio que ha permitido la democratización de la moda, tiene un espacio diferencial. La muestra apunta a que la moda forme parte del repertorio cultural español. enviar nota por e-mail | | |