| domingo, 13 de julio de 2003 | Cocina: para calmar los nervios Mi querida amiga, pese a todo aún quedan cosas por festejar. Aunque a veces reconozco que resulta difícil y es necesario sacar fuerzas de quién sabe donde. Lo importante es poder compartir con otros lo que esta vida da o lo que usted encuentra en ella.
Medallones de lomo al oporto Necesita:
4 medallones de lomo (busque, que ahora hay buenas ofertas)
2 cucharadas de manteca
2 cucharadas de aceite de maíz
1 pocillo de caldo de carne
1/2 taza de harina común
100 gramos de crema de leche
1 vaso de oporto
sal y pimienta negra
4 rodajas de panceta ahumada
Preparación: Forme los medallones, cortándolos de unos tres centímetros de ancho. Sazónelos con sal y pimienta y envuélvalos a lo ancho con las rodajas de panceta ahumada. Atelos para que no se desprenda la panceta durante la cocción. Enharínelos (si pone la sal, pimienta y harina en una bolsa de plástico higienizada y en ella los medallones de carne y la zamarrea un poco, calmará los nervios y facilitará la tarea).
Caliente en una sartén el aceite y la manteca. Recuerde que usamos este medio de cocción para que la manteca aporte el sabor y el aceite, el punto de humeado.
Dore los medallones por ambos lados, a lo que ayudará la capita de harina formada.
Descarte el exceso de grasa y vierta el oporto y el caldo raspando el fondo de la sartén para recuperar los restos caramelizados y así enriquecer la preparación, en otras palabras, desglase. Continúe la cocción hasta que los medallones estén con el punto de cocción de su agrado.
Si la salsa formada todavía está muy líquida, retire los medallones y continúe la cocción de la misma hasta reducirla y espesarla. Por último, agregue la crema de leche para afinar (no en el sentido de finoli, como su cuñada, sino para darle mayor untuosidad a la salsa).
Corrija la sazón, forme con ella un espejo en el fondo del plato, pues no tiene sentido ocultar con ella ese lindo color de los medallones y sirva acompañada de un cremoso puré de papas, condimentado muy suavemente, no queremos que compita en sabores complejos con el ingrediente principal: los medallones.
Besitos de cacao. Deje a su instructor de tenis tranquilo, me refiero a otra cosa. Esta es una variación de una receta de la genial Blanca Cotta a la que le hice unas pequeñas modificaciones: Bata tres claras hasta que forme picos.
Agrégueles de a poco una taza de de azúcar, batiendo siempre después de cada adición, hasta incorporarla toda.
Ahora, incorpore poco a poco una cucharada de ron y una cucharadita de vainilla, mientras sigue batiendo y me escucha por la radio.
Añada suavemente tres cucharadas panzonas de cacao dulce hasta integrar la preparación.
Ponga en una manga con pico liso grande y haga copitos espaciados sobre una placa enmantecada y enfriada (ayuda a mantener la forma y que no se muevan) y forme copitos dejando espacio entre ellos.
Cocínelos en horno muy pero muy suave, hasta que estén sequitos.
Déjelos enfriar antes de despegarlos. Una alternativa es usar papel manteca sobre la placa para facilitar el despegado.
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