| domingo, 13 de julio de 2003 | Sepultaron separadas a las siamesas iraníes Una multitud asistió a la ceremonia en el pueblo donde nacieron, que desde ahora llevará sus nombres Si bien su sueño de vivir separadas no se concretó, las siamesas iraníes Ladan y Laleh Bijani fueron enterradas ayer en tumbas distintas en su localidad natal, Firuzabad, en la provincia de Fars, en el sur de Irán.
"La voluntad de Dios era que vivan separadas en otro mundo mejor", dijo el padre de las siamesas Dadollah Bijani durante la ceremonia fúnebre.
Las gemelas de 29 años estaban unidas por la cabeza y fallecieron el martes último con 90 minutos de diferencia, después de que los médicos en Singapur las separaran tras 52 horas de operación. Los especialistas, dirigidos por el doctor Keith Goh, provenían de Estados Unidos, Francia, Japón, Suiza y Nepal.
Miles de habitantes acompañaron a los padres de las hermanas en el cementerio durante el entierro. Como una señal de respeto, los residentes decidieron cambiar el nombre de su pueblo Firuzabad, que a partir de ahora será conocido como pueblo Laleh y Ladan.
Los cirujanos que operaron a las siamesas trataron de convencerlas de que no se sometieran a la cirugía para separarlas, pero ellas insistieron, dijo un médico estadounidense del equipo en una entrevista.
El doctor Ben Carson dijo que él nunca pensó que la operación tuviera una probabilidad razonable de éxito y que los miembros del equipo de cirujanos que operaron a las siamesas hicieron "grandes esfuerzos" para que ellas se arrepintieran.
"Definitivamente no era posible disuadirlas", dijo Carson, director de neurocirugía pediátrica del Hospital de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore.
La decisión de operar a las siamesas fue revisada por una comisión de ética que incluyó no sólo a personal médico, sino a clérigos y políticos, "gente de su propio país", dijo Carson.
Carson reveló también que ya muy avanzada la cirugía él consideró seriamente que los cirujanos debían detener el procedimiento, incluso cuando Ladan y Laleh habían pedido a los especialistas de antemano que continuaran a toda costa, porque encontraron un inesperado patrón circulatorio en los cerebros de las siamesas.
Sin embargo, un familiar vetó la idea. Desde ese punto en adelante "todos sabían que una de ellas moriría".
Carson considera que la muerte de Ladan y Laleh ha sido una tragedia, pero dijo que se aprendió mucho de la cirugía. "Lo que ambas contribuyeron a la ciencia perdurará mucho más que ellas", agregó. (DPA y Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Ladan y Laleh Bijani descansan en distintas tumbas | | |