Mercados: los ecos de Kirchner en la Bolsa

Salvador Di Stéfano

La Bolsa, el dólar y las tasas estuvieron esta semana claramente en un piso. La mayor liquidez estacional de julio fue la determinante en la primer quincena y para lo que resta del mes es probable que la moneda estadounidense y la tasa se terminarán estabilizando un escalón más arriba.

La bolsa porteña llega al soporte de los 700 puntos y ahora esta en un rebote técnico, que se espera que se que consolide como piso firme, para lo cual será necesario una baja sin volumen.

En tanto, en los títulos públicos se nota un marcado descenso, con un aumento en el riesgo país. Algo que podría continuar si la tasa en el exterior sigue en alza.

En rigor, la principal atención del mercado y analistas estuvo esta semana centrada en el discurso que el presidente Néstor Kirchner realizó el último jueves en la celebración del 149º aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, frente a empresarios y banqueros.

Sus frases, las primeras pronunciadas ante una platea de gente de negocios, dejaron tela para cortar entre los hombres que manejan las finanzas y los mercados:

Frase I: "No dejaré que me fijen el proyecto económico". Entre los analistas esta frase fue considerada (no sin ironía) como "correcta", ya que entienden que en verdad hasta ahora el presidente Néstor Kirchner ni siquiera dio a conocer el proyecto económico y que surja finalmente será propio y no impuesto por el mercado.

Sin embargo, referentes del sector estimaron que Kirchner, a esta altura de su experiencia política, tendría que saber que si la máxima autoridad del país lo dispone, su plan económico se llevará adelante como él lo fije, con la natural limitación de poderes que existe en toda democracia, debido a la existencia de los poderes legislativo y judicial. Los empresarios rara vez inciden sobre planes económicos si es que el poder de turno no los convoca. Por ende los especialistas apuntaron que "perseguirse con la idea de que le fijen el plan suena a fantasioso y cuanto menos inseguro".

Frase II:"Pretendo un sistema financiero comprometido con el desarrollo y no con la especulación. Allí donde el mercado no puede mantener el equilibrio, el Estado debe estar presente". Sobre este punto los operadores financieros consideran que "en el sistema financiero se vive especulando y gracias a Dios que esto acontece, porque si los bancos no especularan no darían préstamos, porque quienes lo toman podrían no devolverlos".

Por otro lado, los hombres de la city recordaron que sería interesante buscar una definición de especulador, ya "nos encontramos que los especuladores son inversores que quieren lograr una ganancia anticipando los cambios de precios de las mercaderías, acciones o títulos. Son quienes proporcionan la liquidez necesaria para que los principales actores del mercado puedan vender y comprar grandes volúmenes con facilidad".

En resumen, los analistas entienden que los especuladores cumplen la difícil función de asumir riesgos (ganando o perdiendo en la transacción) brindando liquidez a los mercados. Este sentido, todos el mundo es especular, ya que, por diferentes medios, se trata de transar bienes o servicios buscando realizar una diferencia económica o no; ya que especulador no es sinónimo de ganador aunque esté implícito en su accionar, debido a que también puede perder, como sucede en numerosos casos.

Respecto a la intervención del mercado por parte del Estado, los hombres de la city consideran que el mercado en realidad es un cero: cuando alguien pierde otro gana; y consideran que es importante que en el mercado haya perdedores, de lo contrario no existe el mercado y menos aún el riesgo. "En el mercado como en el capitalismo es importante el actor que gana, pero mucho más es el que pierde, porque es el que le da vida al sistema, si nadie tomara riesgos no existiría mercado y menos aún capitalismo. Lo importante es que a través del tiempo el sistema proporcione los recursos necesarios para que todos se sientan contenidos, ya sea los que ganan como también los que pierden".

Frase III: "La Argentina necesita de empresarios que no sean ajenos al hambre que hoy afecta a miles de conciudadanos, o la crisis de salud que padecen nuestros ancianos", dijo el presidente en la Bolsa de Comercio. Desde el mercado responden que todo empresario necesita una sociedad prospera para hacer negocios, es muy difícil ganar dinero en una sociedad en donde todos son pobres. Por definición el empresario se manejara mucho mejor en una sociedad que crece que en otra en donde impera el alto desempleo y la indigencia.