Ping Pong: con Roberto Inza, gerente general de Argental

-¿Por qué decidieron abrir una planta en Europa?

-Se debió a un fuerte retroceso del mercado local. Hasta el 2001 nuestras ventas se repartieron un 84% en el mercado interno y 16% en el exterior. Por eso, frente a la hecatombe que se produjo en Argentina, se decidió acrecentar y diversificar la participación de otros mercados.

-Dentro de esos factores por los cuales decidieron instalarse en Italia, ¿también pesó la dificultad para liquidar divisas?

-Sí. Pero, en realidad, fue una decisión estratégica previa a la hecatombe de 2001. Sobre todo se debió al daño que nos infringió la política de apertura indiscriminada de los 90. Además, todo lo que es panadería artesanal está en retroceso pero no sólo en la Argentina sino a nivel mundial. Eso aceleró todos los proyectos de abrirnos a los mercados internacionales, no ya como una complementación sino como una estrategia definida para estar en el mercado mundial de otra forma. Pero para llegar a esto se debía tener el producto y el desarrollo tecnológico adecuado y eso es lo que estuvimos haciendo en los dos últimos años. Un proceso que calculamos que nos llevará dos o tres años más para completar absolutamente una tecnología que a nosotros nos ponga en el mismo lugar que cualquier otra empresa que exista en el mundo.

-Algunas industrias exportadoras tienen dificultades para sustituir insumos debido a que no cumplen con los requisitos de calidad exigidos por otros mercados. ¿Se modificó esta situación después de un año y medio?

-En realidad no se avanzó mucho. Seguimos dependiendo de los componentes importados. La mayoría de nuestros insumos son europeos. Con la revalorización actual del euro nos vemos algo perjudicados.

-¿Cuáles son las expectativas que tienen con la nueva planta en Italia?

-La planta de Ambro, que está ubicada en Padova, comenzó a operar el 1º de julio. Esto significa mostrarnos al mercado mundial y pasar a jugar en primera. En una primera etapa nos concentraremos en algunos países europeos como Italia, Francia y España, donde ya teníamos representaciones. En una segunda instancia iremos a otros como Alemania, Inglaterra y los países del Este, que son mercados interesantes.

-¿Instalarse en Italia les dio acceso a los planes de financiamiento con que cuentan las firmas italianas, de parte del Estado, para ofertar a sus clientes?

-No por el momento. Pensamos que esas ventajas las conseguiremos con el tiempo. Pero hoy no lo tenemos como una perspectiva inmediata. Sí para más adelante. Antes hay que dar una serie de pasos.

Roberto Inza: "lo artesanal está en retroceso".