| domingo, 13 de julio de 2003 | Solo con derecho a dar opinión En la sección La Región, de La Capital del jueves 26 de junio pasado, se publicó una noticia que dice: "Para las Naciones Unidas era imposible prever la inundación de Santa Fe". Lo notable y asombroso, a la vez, lo difícil de entender como espontáneo y sincero, por parte del embajador de las Naciones Unidas, Carmelo Angulo Barturen, refiriéndose a la catástrofe hídrica que afectó a la ciudad de Santa Fe y la región, dijo al gobernador Reutemann: "A mí me parece imposible de prevenir y aun contando con sistemas de alarmas y los elementos más sofisticados, las características de la salida del agua y la velocidad, por todos los informes que he recibido, tornan imposible toda reacción; y esto no sólo aquí, también pasa en Europa". Barturen llegó acompañado por el asesor de la Cepal, Ricardo Zapata. Incluso, se permitió comparar esta catástrofe con las inundaciones que hubo en Alemania. Agregando, al referirse a las muertes que produjo el desborde del Salado: "Es un costo que en otros paises hubiese sido mucho mayor". Teniendo en cuenta que estamos en un año electoral, y si los señores Barturen y Zapata fueran argentinos, podríamos sospechar que lo hacen como una pantalla electoral para justificar lo que ocurrió en cuanto a las responsabilidades de los funcionarios públicos. En mi reciente trabajo "Catástrofe y caos", señalo las culpas que, por acción u omisión, tuvieron y tienen las autoridades competentes. Cabría agregar que, entiendo, gobernar no es hacer la función de los bomberos que sólo actúan cuando estalla un incendio. Creo y reitero que el embajador de las Naciones Unidas tiene todo el derecho de dar su opinión, pero quienes tienen que determinar las responsabilidades de los hechos de la tragedia son los señores fiscales provinciales y nacionales que deben o pueden actuar "de oficio".
Ricardo J. Grau
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