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Central quedó concentrado anoche bajo una temperatura gélida y hoy comienza la pretemporada

Mauricio Tallone y Mariano Bereznicki / Ovación

El plantel de Central llegó anoche a Tandil para cumplir durante 8 días con los trabajos de pretemporada. La delegación canalla, compuesta por 25 futbolistas, arribó después de las 22.30 y apenas los jugadores traspasaron la puerta de la hostería Casagrande (es la cuarta vez que se alojan en el mismo lugar), repartieron saludos de rigor para los propietarios y empleados del refugio auriazul en las sierras bonaerenses y enseguida se internaron en sus habitaciones para dejar sus pertenencias. Las mayores muestras de cariño estuvieron destinadas a Ezequiel González, la flamante reincorporación del club de Arroyito, que por primera vez integró el grupo de futbolistas que se preparará para afrontar los próximos torneos.

Una vez que todos estuvieron ubicados, los jugadores fueron bajando de a uno para instalarse en el restorán y cenar. La primera carta tandilense estuvo compuesta por una entrada de dos empanadas, milanesas a la napolitana con puré como plato principal y flan de postre. Agua mineral y gaseosas para todo el mundo.

Los rostros de los jugadores denotaban el cansancio por el largo viaje. El pintoresco paisaje de las sierras de Tandil los recibió con una temperatura muy baja: alrededor de cinco grados bajo cero.

Como ocurrió en la pretemporada de principios de año, Miguel Angel Russo y el secretario técnico Rubén Massei se adelantaron al grueso de la delegación en el auto particular del entrenador canalla para comprobar que todo estuviera preparado para recibir a los canallas.


La salida
El micro de la empresa Chevallier partió del Gigante de Arroyito a las 13.30 con algunas ausencias. A la delegación de Central, compuesta por 27 futbolistas, le faltaron dos hombres. Uno de ellos es el defensor Germán Rivarola y el otro Julio César Gaona (ver página 3).

El tibio sol que parecía jugar a las encondidas con las nubes fue uno de los tantos testigos que presenció la salida de Central hacia Tandil desde el Gigante. Pero antes de emprender el viaje, el plantel percibió el sueldo de mayo, lo que generó que la salida resulte más feliz. Por otra parte, el Mellizo Gustavo Barros Schelotto y los colaboradores Guillermo Cinquetti y Hugo Gottardi se sumaron a la delegación en las cercanías de La Plata.

Los primeros en arribar fueron el delantero Gonzalo De Porras y el arquero Andrés Ferreira, quienes harán la primera pretemporada junto al plantel profesional. Ambos llegaron silbando bajito y con el bolso en el hombro.

A medida que pasaba el tiempo llegaron los también debutantes Damián Ledesma y Gustavo Lorenzetti, quien es el más chico de todos (10/5/85). De los profesionales, el Petaco Carbonari fue el pionero. Después lo siguió Germán Leonforte. Más tarde fueron llegando el resto de los jugadores.

Y mientras un buen puñado de hinchas aprovechaba para sacarse algunas fotos con sus ídolos o para pedirles algúnos autógrafos, llegó el hombre más buscado tal vez por la mayoría de los presentes, inclusive por los distintos medios. Es decir, la flamante incorporación canalla: Ezequiel González.

Era algo más de las 12.30. El plantel estaba completo. Los distintos protagonistas se mostraban de buen humor. Los más jóvenes con la timidez lógica que los envuelve, mientras que los más experimentados aprovecharon hasta segundos antes de viajar, lo que se produjo a las 13.30, para hacer algunas bromas entre ellos o para estar un ratito más con sus familiares. La pretemporada canalla se puso en marcha.

El administrativo Rubén Massei y Ezequiel González