| sábado, 12 de julio de 2003 | El juez Carbone quiso interrogarlos pero se negaron a responder preguntas Acusan a seis operarios de la EPE de causar el incendio en el museo Cuatro ya fueron imputados formalmente y otros dos están bajo sospecha. Los habrían visto lanzando bengalas Jorge Salum / La Capital El juez de Instrucción Carlos Carbone indagó ayer a cuatro operarios de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) bajo el cargo de ser quienes arrojaron las bombas de estruendo y bengalas que iniciaron el incendio en el Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo y parte de la Facultad de Derecho. Otros dos empleados de la misma firma que también están bajo sospecha estaban citados para ser interrogados por el magistrado, pero no declararon porque alegaron estar de vacaciones. El juez dijo que tiene indicios para sospechar que estas seis personas pueden ser los responsables del siniestro.
Los operarios que ya están formalmente acusados de causar el incendio son de apellidos Núñez, Carbone, Boco y Oliva. Los cuatro se sentaron ayer ante el juez pero ninguno de ellos aceptó responder a sus preguntas. No obstante, quedaron imputados como autores del incendio.
Según voceros judiciales, algunos de ellos serían delegados gremiales o miembros del sindicato Luz y Fuerza.
Los seis cayeron bajo sospecha por la declaración de testigos y el aporte de las imágenes de la TV y los diarios locales que se captaron durante la cobertura de la marcha de estatales, que se había realizado antes del incendio para reclamar un aumento salarial de 200 pesos. Allí se los vería manipulando morteros con los cuales arrojaban bombas de estruendo y bengalas hacia el edificio histórico del museo.
Según una pericia de los Bomberos Zapadores, los artefactos de pirotecnia son la única explicación posible sobre el origen del incendio en los techos de edificio ubicado en la esquina de Moreno y Santa Fe. Los peritos dijeron que restos incandescentes de las bombas probablemente hicieron combustión al caer sobre hojas secas y una cobertura plástica muy inflamable que recubre el sector.
Otra pericia, de la Brigada de Explosivos de la policía, estableció que esas bombas fueron arrojadas desde no más de 10 metros. Por eso las pesquisas apuntaron hacia los seis operarios de la EPE, que aparentemente estaban en las proximidades de Moreno y Santa Fe.
Además, hay testigos que afirman haber visto cómo varios sujetos con pecheras azules y la leyenda "Lista Azul y Blanca", manipulaban esos morteros. Ahora se sospecha que serían operarios de la EPE y cuadros sindicales de Luz y Fuerza.
Pero la acusación contra estos seis operarios no significa que su responsabilidad esté probada y tampoco clausura la investigación. De hecho, el juez Carbone seguía ayer tomando declaración a testigos del siniestro y buscaba más pruebas para establecer cómo se desencadenó el fuego y despejar cualquier duda sobre la identidad de los presuntos responsables.
Mientras los imputados se sentaban ante el juez y se negaban a declarar, una estudiante de abogacía narraba lo que vio el martes 1º de julio, poco antes de que se desatara el incendio. La mujer dijo que estaba en el aula 14, sobre calle Moreno, y que desde allí divisó a tres personas agachadas tirando bengalas contra el edificio. Estaba apenas a un metro y medio y pudo ver claramente que esos hombres llevaban pecheras de color azul.
"Una cosa que me llamó mucho la atención fue que la policía los veía y no hacía nada para impedirlo", recordó ante el magistrado.
La testigo dijo que manifestantes que estaban en la plaza pedían entrar a los baños de la facultad y contó que vio a algunos de ellos llevando morteros escondidos debajo de sus camperas. Esta versión coincide con la de otras personas que dijeron haber visto gente extraña a la facultad y al museo caminando por los pasillos e incluso subida a los techos.
Su testimonio es similar al de otras personas que vieron a los manifestantes arrojando bombas y bengalas desde una distancia muy próxima a las aulas y permite dar forma a la hipótesis que por estas horas maneja el juez Carbone: que fueron esos artefactos, lanzados desde un banco ubicado en Moreno y Santa Fe, los que desencadenaron el incendio. "Es lo que estamos investigando con todos los elementos que disponemos", dijo el magistrado a La Capital.
-¿Puede haber más imputados?
-No descarto nada, dependerá de las próximas pesquisas.
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