| miércoles, 09 de julio de 2003 | Opinión La variante de empezar por el techo Gustavo Conti / La Capital Cuando terminó la temporada 2000/2001, el entonces técnico Jorge Ribolzi se plantó: para contar con un equipo competitivo necesitaba no menos de cuatro refuerzos. Como no se los dieron, no se quedó pese a que hacía su debut como entrenador en primera. A dos años de aquel pronóstico del Ruso, la realidad parece haberle dado la razón. Newell's no pudo salir a flote, sus inferiores no nutrieron a la primera en calidad y cantidad suficiente, y el equipo siguió navegando en la intrascendencia.
En la etapa final previsible y más grave de la convertibilidad, con el club en convocatoria, Newell's tampoco parecía entonces capaz de hacer frente a la contratación de refuerzos. La salida del 1 a 1 coincidió con la venta de Maximiliano Rodríguez a Europa y el ingreso de dólares multiplicó su valor en pesos. Ñuls pudo licuar gran parte de su deuda en Tribunales (beneficiado por el régimen judicial y por el modelo económico post Cavallo), obtuvo oxígeno y parece, al menos por ese argumento, seguir en plena primavera, a juzgar por la importancia de los jugadores que trajo y por los que sigue negociando.
Más allá de que algunos plantean dudas sobre la condición futbolística de Christian Bassedas, y en menor medida de Jorge Bermúdez, muchos clubes envidiarían a los rojinegros. Y si se concretan los otros refuerzos de jerarquía que se mencionan, realmente el club del parque Independencia habrá sido el que más sacudió el mercado.
Queda claro también que juntar figuras tampoco garantiza protagonismo. Sobrados ejemplos hay de ello. Cuando Newell's perdió por poco el Clausura 97 con Zanabria, a la temporada siguiente se reforzó como nunca y no pasó nada. Además, no hay que olvidar que los rojinegros se coronaron siempre con equipos surgidos de las inferiores, sin otra receta mágica que el trabajo coherente desde abajo.
Empezar la casa por el techo no parece a la medida de la historia rojinegra. Igual, no deja de ser una alternativa, porque para pelear algo en lo inmediato, cuando se viene el centenario de la institución, hoy las inferiores no están para garantizar nada. Newell's invierte todo para conseguir con los de afuera lo que no puede garantizar con los de adentro, un ítem que deberá replantearse.
Párrafo aparte para el desenlace de Fernando Crosa en el Parque. Parece claro que el presidente Eduardo López tenía razón sobre el precontrato que tenía el defensor con River, por lo cual lo separó. El tema es si Crosa (como Grabinski, como antes Pavlovich y otros) pidió demasiado para renovar su contrato y dónde está el límite. ¿Los cachets de los nuevos ayudan a que los del club se moderen? Será un tema también a estudiar con detenimiento, porque Ñuls no puede darse el lujo de que se vaya su capital más valioso sin réditos. enviar nota por e-mail | | |