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 miércoles, 02 de julio de 2003

Charlas en el Café del Bajo

-Así que hubo una suerte de apriete.

-No entiendo.

-Creo, Inocencio, que muchos políticos aún no logran conocer o no saben interpretar cuál es el sentimiento o el anhelo del ciudadano argentino, al menos de ese ciudadano pensante y reflexivo que en determinado momento de la vida política de un país se convierte en una pieza decisiva, algo así como una caja de resonancia que transmite a otros sectores de la sociedad, menos analíticos, las conclusiones de ciertas actitudes.

-¿Y eso a qué viene? Sigo sin entender.

-Viene a que anteayer en la ciudad de Rosario, y según la crónica periodística de Daniel Leñini, un grupo de intendentes y dirigentes políticos le pidieron a Jorge Obeid (que aún parece no anunciar el "sí" definitivo a su candidatura a gobernador) puestos en la lista de diputados provinciales a cambio del apoyo. ¿Cómo califica usted eso?

-Bueno, eso tiene numerosos calificativos: los más suaves serían desatino, despropósito, irresponsabilidad, actitud lamentable, exigencia repudiable, politiquería barata, transa deplorable y traición a la comunidad. Los calificativos más subiditos de tono... bueno, que cada uno de los amigos del bar los elabore y los piense. Pero ciertamente es trágico que se reúnan decenas de dirigentes y le expresen a un potencial candidato: "mirá, te apoyamos, pero a cambio de puestos".

-Esto se lo hicieron ayer a Obeid, y seguramente se lo harán también a otros candidatos a gobernador. Al único que no se lo hacen, creo yo, es a Reutemann, porque saben que aún tiene peso propio y que de plantear semejante cosa los manda a... pasear.

-Bueno, pero convengamos en que la culpa no la tiene sólo el chancho, sino quien le da de comer. Obeid no debería, bajo ningún concepto, prestarse a ese juego. El diputado debe saber que también tiene peso propio y debe conocer lo más importante: ha comenzado un nuevo ciclo en la vida de las campañas electorales argentinas. Las estructuras son necesarias, pero no indispensables y se equivoca de cabo a rabo aquel que crea que obteniendo el apoyo de un senador o intendente puede capitalizar sus votos de base. Hay que realizar una lectura subliminal de las últimas elecciones nacionales, incluso aquí en Santa Fe, para percatarse de ello.

-Pero no puede desconocerse la ventaja que el apoyo de un dirigente de base significa.

-Hoy es un avance importante, pero no define. Lo que decide en esta nueva etapa, mi amigo, es la actitud, el mensaje, el perfil de la campaña y las personas que acompañan al candidato. Desde luego la táctica y estrategia comunicacional. Y de paso aprovecho para recordarles a los muchachos que no pidan espacios en los diarios si desconocen qué siente el electorado y no saben qué transmitir.

-Si es así, el peronismo hoy es perdedor en la provincia de Santa Fe.

-Así es, y lo venimos diciendo desde hace varios meses. Lo que sucede es que algunos políticos creen que aún se puede apelar a las transas y las roscas, al medio pelo, al choripán, al ñoqui o al voto comprado o al apoyo de la Nación. No, se está viviendo otra historia. Mire lo que pasó en Tierra del Fuego, observe lo de la ciudad de Tucumán, repare en lo sucedido en Rosario en la última elección presidencial. Estamos en presencia de un nuevo fenómeno sociológico que para ejemplificarlo lo definiría como el efecto calcomanía: Hammerly puede obtener el inestimable apoyo de Reutemann, pero la ciudadanía puede votar a Binner, porque aprendió a despegar a la imagen del soporte.

-¡Cierto!

-Sí, pero esto todavía no lo han entendido los políticos que siguen perdiendo tiempo en roscas mientras deberían usarlo para pergeñar una adecuada campaña. En cuanto a Obeid y los intendentes, pues qué bueno hubiera sido que la crónica de Daniel Leñini de ayer hubiera expresado lo siguiente: "La transformación de la clase política dejó de ser una esperanza para convertirse en esa realidad anhelada por los santafesinos. Ayer los intendentes que se reunieron con Obeid reclamaron de éste, a cambio del respaldo a su candidatura, políticas precisas, contundentes e inmediatas a favor de la ciudadanía santafesina..."

-Oiga Leñini... ¿Usted se quedó con las ganas de que su pluma recorriera otros caminos, dibujara otros trazos? Muchos santafesinos también.



Candi II



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