| miércoles, 02 de julio de 2003 | El Museo Guggenheim descubre un mural de Miró oculto durante 10 años Nueva York.- La exposición "De Picasso a Pollock: Clásicos del Arte Moderno" abrirá esta semana en el Museo Guggenheim de Nueva York con la presentación especial de un mural del español Joan Miró que el público no ha visto durante más de una década.
Pocos visitantes sabían hasta hoy que detrás de una pared falsa ubicada en el primer nivel de la icónica obra arquitectónica de Frank Lloyd Wright se ocultaba este mural, característico del estilo cosmológico, simbólico y poético del artista catalán.
La instalación permanente se tapó para que no interfiriera visualmente con otras exposiciones, pero ahora que guarda relación directa con esta muestra de arte moderno ha llegado el momento oportuno para desvelarlo, de acuerdo con la directiva del museo.
En 1963, Thomas M. Messer, entonces director del Guggenheim, se acercó a Miró en representación de Harry F. Guggenheim, presidente de la Fundación Solomon R. Guggenheim, para que creara un mural en memoria de su recién fallecida esposa, Alicia Patterson Guggenheim.
Miró aceptó el encargo y creó, con la ayuda del ceramista Josep Lloréns Artigas, la instalación "Alicia" (1965-67), compuesta por 190 baldosas de cerámica en sus característicos colores negro, rojo y azul.
Curiosamente, Miró escribió en su composición, con grandes letras negras y ondulantes, el nombre Alice, en lugar de Alicia.
Messer le comunicó a Miró que se equivocó, pero el artista se negó a hacer cambios, argumentando que esa era su propia interpretación del nombre Alicia, según explicó Lisa Dennison, vicepresidenta y comisaria principal del museo.
Al final, el artista realizó una composición con las letras de manera tal que pudiesen ser leídas tanto como "Alice" como "Alicia", de acuerdo con una carta del marchante de Miró, Pierre Matisse, fechada en 1967.
Pero el destino del mural seguirá siendo el mismo, ya que se cubrirá y destapará dependiendo del tipo de exposición, según Thomas Krens, director de la Fundación Guggenheim.
"La exposición del mural siempre ha dependido del contexto. Obviamente, para una muestra de (el artista estadounidense) Matthew Barney como la que se acaba de clausurar, no tenía sentido dejarlo expuesto", explicó.
El mural encontró finalmente el contexto apropiado para su muestra desde su paso a la clandestinidad en 1990 con esta exhibición de aproximadamente 130 obras de arte moderno de 48 artistas pertenecientes a la colección permanente del Guggenheim.
La muestra hace un recorrido por la vanguardia estética del siglo XX, empezando por el cubismo desarrollado por Pablo Picasso y finalizando en el Expresionismo Abstracto del estadounidense Jackson Pollock. (Télam)
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