| domingo, 29 de junio de 2003 | Investigan las infecciones entre la población toba En Rosario, la urbanización del mal de Chagas se manifiesta especialmente en los lugares donde habita la población toba y en asentamientos irregulares donde se instalan migrantes del norte de Santa Fe y Chaco. "No contamos con relevamientos actuales, pero cuando hace algunos años, en el hospital Sáenz Peña se realizó un estudio que comprendió la zona sur, encontramos que un 15 por ciento de esa población estaba infectada", dijo el Juan Belloscar, profesor adjunto de Patología Médica 1 del hospital Centenario.
El especialista, quien también es director de la carrera de especialización en Cardiología y se desempeña en el área asistencial que trata el mal, indicó que "los casos de chagásicos se atienden casi exclusivamente en hospitales públicos ya que la enfermedad está íntimamente relacionada con la pobreza y las precarias condiciones de vida".
Señaló que al no ser Rosario una zona endémica, los tratamientos locales se refieren a casos crónicos, "por eso los medios curativos son similares a los que se aplican para enfermedades del corazón. En la ciudad hay una línea investigativa sobre el mal que apunta al tema epidemiológico y que analiza la prevalencia de los infectados chagásicos en la población toba. Además, en el departamento de inmunología de la facultad de Medicina de la UNR, se estudian las causas que producen las enfermedades del corazón".
Una lucha sustentada con voluntad Belloscar admitió que la lucha contra la enfermedad sigue sustentada en gran parte "en la voluntad y hasta el romanticismo de los médicos que se esfuerzan en investigar el tema y asistir a los enfermos".
En 1909, el médico brasileño Carlos Ribeiro Justiniano Das Chagas descubrió en Minas Gerais la enfermedad, a la vinchuca como agente transmisor y al trypanosoma cruzi como el microorganismo causante de la afección que se reproduce en el intestino del insecto.
Esos estudios fueron confirmados por el médico argentino Salvador Mazza, quien en 1926 diagnosticó el primer caso en el país y logró un tratamiento más adecuado contra el mal. Pero, al exigir mejorar las condiciones de vivienda para las clases populares, chocó contra las autoridades, para las que resultaba un despropósito que se pidiese sistemas de agua potable y sanitarios. Tras la muerte de Mazza se perdieron sus estudios, preparados y archivos de investigación. enviar nota por e-mail | | |