| domingo, 29 de junio de 2003 | El actor protagoniza "Costumbres argentinas", una de las tiras de mayor éxito de la temporada Tomás Fonzi: "Con la popularidad nos miramos de reojo" Contó cómo fue la experiencia de interpretar a un joven de una época ajena a su generación Rodolfo Bella / La Capital Tomás Fonzi está en la cresta de la ola. Desde que se sumó al elenco de "Costumbres argentinas", se convirtió en uno de los actores jóvenes más exitosos de su generación. Su carrera, que comenzó en la telenovela para adolescentes "Verano del 98", siempre fue en ascenso, pero despegó con su protagónico en la película de Alejandro Agresti "Una noche con Sabrina Love", en la que compartió cartel con Cecilia Roth. Antes de desembarcar en Telefé, pasó por Pol-ka, donde actuó en "Ilusiones", junto a Catherine Fulop y Oscar Martínez.
-¿En qué te inspiraste para componer un personaje ajeno a tu generación?
-Mi laburo consistió un poco en empaparme de cultura ochentosa, las costumbres y las vivencias de la gente de esa época y tratar de inventar un pibe con la ingenuidad de un chico de 17 años, muy adolescente, que vive una edad del pavo casi crónica y que le encanta la música. Ese fue un aspecto que me encantó, tener que tocar en una banda es muy divertido.
-¿Creés que la sociedad era más inocente en esa época?
-Creo que sí. Nos habíamos equivocado menos que hoy, pero tal vez porque tuvimos veinte años para equivocarnos (risas).
-¿Qué encuentra el espectador en la novela, una versión de Romeo y Julieta o la nostalgia?
-Creo que, en gran parte, el tema de la nostalgia pesa en mucha gente. Me lo dicen mucho en la calle cuando ven cosas que les resultan familiares, pero la historia también aporta. Una cosa se apoya en la otra.
-¿Cómo te resultó volver a trabajar en una tira diaria?
-Es mucho trabajo, son doce horas de grabaciones, me paso la mitad del día trabajando. Es muy divertido y la paso bien, pero no tengo tiempo para hacer otra cosa que no sea eso. Tengo tiempo apenas de comer y dormir, si quiero hacer alguna otra cosa tengo que robarle horas al sueño.
-¿Para componer a Gabriel tuviste que leer diarios de la época, libros, charlar con gente que vivió a pleno esos años?
-Sobre todo hablé con gente que tenía muchas ganas de contar lo que había vivido en esos años. Además durante las grabaciones, todo el tiempo, todo el mundo está tirando ideas y aportando su experiencia, su visión de los 80.
-¿El país cambió para bien o para mal?
-Todos los días me pregunto lo mismo, si se tiene en cuenta el rumbo que tomó la humanidad, que todo el tiempo está debatiéndose entre si las cosas se van definitivamente al carajo o nos salvamos.
-¿Cómo ves los lazos familiares y de pareja de los 80 con respecto a lo que pasa hoy?
-Creo que había instituciones y lazos familiares que estaban mucho más fortalecidas, como la familia, los noviazgos, la Iglesia, pero por otra parte también fue un momento en que comenzaban a destaparse tabúes, cosas que en aquel momento podían tener mucho más peso que ahora.
-¿Cómo evaluás eso?
-Creo que fue positivo, fue un cambio orientado a tratar de discutir las cosas. En ciertos aspectos indica que estamos en un proceso de crecimiento. Es como que las cosas se van tornando cada vez más francas. A veces es dura la verdad, pero en general es preferible que las situaciones sean más claras, más explícitas. Tal vez no son como desearíamos, porque creo que antes había más respeto por la vida y las personas, pero, insisto, todo es más explícito.
-¿Las relaciones de pareja también son más claras hoy?
-Totalmente. La diferencia es que antes todo lo que se trataba de decir se hacía diciendo cosas diferentes. Ahora está todo más claro, pero paradójicamente esa claridad a veces torna las relaciones un poco más complejas.
-¿Pensás que hoy la mujer ataca primero?
-Hoy las posibilidades son más amplias. Hoy se le quitaron caretas a las cosas. Antes había como una especie de ceremonial, algo muy pautado como debía ser, por lo menos en un estrato social. Ahora es como que cualquier cosa puede pasar: el chico con la chica, la chica con el chico, el chico con el chico, la chica con la chica.
-¿Hoy la virginidad dejó de ser un valor?
-Hoy la virginidad tomó una dimensión distinta de la que tenía. O es algo que está en proceso de ocurrir. A medida que pasa el tiempo los jóvenes tienen sexo más rápido y antes, y porque sí. También por amor, pero creo que se permite más el sexo por el sexo. Antes era más eso de "te voy a entregar mi cuerpo cuando sepa que sos el hombre de mi vida".
-¿Creés en el rating o en la calidad del producto?
-En general el rating se toma como un parámetro de todo y me parece que eso está mal. Muchas veces el rating es mentiroso. Pienso que se puede ver cuándo realmente hay un buen producto o cuándo no. Lo que pasa es que muchas veces pasa que a un buen producto no lo acompaña el rating y no puede seguir. Entonces en cierto punto también es determinante. De todas maneras se puede hacer un buen producto con un buen rating, y de hecho "Costumbres argentinas" es un ejemplo.
-¿Sentís a "Son amores" como una competencia?
-No, me parece perfecto que coexistan. Uno hace esforzarse más al otro. Que ellos existan hace que nosotros intentemos hacer las cosas mejor y supongo que a ellos les pasará lo mismo. Además, una buena competencia es productiva.
-¿Qué crítica le harías a la televisión?
-Lo que veo mucho últimamente en la televisión en general es que no trata de evolucionar, que está como estancada, que se está aferrando a viejas fórmulas y a viejos métodos que supuestamente son seguros.
-¿Cómo te llevás con la popularidad, porque debe haber aumentado sobre todo entre la platea femenina?
-Bien, pero con la popularidad nos miramos medio de reojo (risas). El estado que más me gusta es el de tranquilidad.
-En la calle muy tranquilo no debés estar...
-Sé por dónde andar. Me procuro eso. A veces es un poco limitante no poder ir a algún lugar, pero la gente es muy agradecida y le pone buena onda a la cosa.
-¿Este trabajo te acercó más fans?
-Sí, ahora mi platea femenina se va definiendo poco a poco. La franja entre los 12 y los 16 años es en la que hago estragos. En el resto también. La verdad es que siempre algo se gana (risas). enviar nota por e-mail | | Fotos | | Tomás Fonzi, protagonista de Costumbres Argentinas | | |