| sábado, 28 de junio de 2003 | La caída. El gobierno ganó en su intento de instalar una imagen de fortaleza La sociedad con Menem catapultó a Nazareno a la Corte Nazareno ocupó varios cargos públicos en La Rioja antes de presidir el máximo tribunal de Justicia Julio Nazareno se graduó como abogado en 1965, estrenó el traje de juez en La Rioja y, de la mano del entonces presidente Carlos Menem, asumió como ministro de la Corte Suprema de Justicia de Nación en 1990.
Nazareno presidió el máximo tribunal de Justicia del país hasta ayer, cuando renunció a la magistratura en medio de una dura pulseada con el gobierno de Néstor Kirchner.
Nacido en Catamarca el 27 de mayo de 1936 y riojano por adopción, Nazareno cursó la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba.
Dos años después de haberse recibido de abogado, Nazareno fue nombrado director general de Municipalidades de la provincia de La Rioja, donde también ejerció cargos como interventor de las comunas de Sanagasta, Arauco y Chilecito.
Fue intendente de la capital riojana desde 1969 hasta 1971, cuando asumió la jefatura de la policía provincial.
Tras comandar la policía riojana, Nazareno se dedicó al ejercicio liberal de la profesión de abogado, asociado al estudio jurídico de los hermanos Carlos, Munir y Eduardo Menem.
Finalmente, en 1986 se incorporó al Poder Judicial como juez del Tribunal Superior de Justicia de la Rioja y, dos años, después fue designado presidente de ese cuerpo.
A comienzos de la década del 90, al amparo de la ampliación de la Corte motorizada por el entonces presidente Menem, Nazareno se convirtió en juez de la Corte Suprema. Su pliego para ese cargo fue aprobado por el Senado el 19 de abril de 1990.
El cuestionado ministro presidió la Corte casi desde su incorporación al supremo tribunal y lideró la "mayoría automática" que durante los diez años de gobierno de Menem falló en sintonía con las aspiraciones de la Casa Rosada.
El principal aliado y amigo personal de Nazareno en la Corte es el vicepresidente del cuerpo, Eduardo Moliné O'Connor, que ahora conducirá el máximo tribunal, al menos hasta noviembre.
En febrero de 2002 la Corte declaró la inconstitucionalidad del corralito que inmovilizó los depósitos en el sistema bancario, resolución que desató la ira del entonces presidente Eduardo Duhalde, quien fogoneó el juicio político a los nueve ministros del máximo tribunal.
La comisión de Juicio Político abrió el trámite y acusó a los jueces supremos, pero la imputación no prosperó ante el plenario de la Cámara de Diputados, que en octubre de 2002 rechazó los cargos contra la Corte.
El 4 de junio último, a sólo diez días de haber asumido como sucesor de Duhalde, el presidente Néstor Kirchner exhortó al Congreso -en un mensaje difundido por cadena nacional- a abrir un nuevo procedimiento para el enjuiciamiento parlamentario de "algunos" integrantes de la Corte.
Kirchner centralizó su ofensiva en Nazareno, a quien sindicó como un juez "acostumbrado al toma y daca". Un día después del discurso presidencial, la comisión de Juicio Político de Diputados aprobó una nueva investigación al titular de la Corte por cinco cargos que dos semanas después fueron ampliados a 22. enviar nota por e-mail | | |