| sábado, 28 de junio de 2003 | Opinión: La operación doble triunfo Fernanda Balatti El alejamiento de Julio Nazareno de la Corte Suprema de Justicia constituye un doble triunfo para el gobierno de Néstor Kirchner, que en una sola jugada se libró de un ministro considerado como el emblema de la "mayoría automática" que inauguró Carlos Menem y, además, bloqueó toda posibilidad de una sentencia inmediata en contra de la pesificación.
Pero el costo de la primera victoria que Kirchner ha sabido conseguir, con la imprescindible cooperación del Congreso, será determinado por el tiempo.
En principio, el gobierno ha obtenido una buena dosis de oxígeno, porque con la actual conformación de la Corte no existe chance alguna de que los jueces supremos logren consensuar una sentencia que ordene la devolución de ahorros en dólares.
Nazareno desembarcó en la Corte con el respaldo político de Menem como credencial. No fueron sus antecedentes académicos ni una carrera tribunalicia impecable los que colocaron al catamarqueño en la cumbre del Poder Judicial de la Argentina.
Ahora la historia le cobró el favor del menemismo en la misma moneda, ya que Nazareno acaba de colgar la toga acosado por un gobierno que lo eligió como blanco desde que llegó al poder. Como Menem, quien prefirió renunciar al ballottage antes de ser derrotado por Kirchner en las urnas, Nazareno optó por retirarse de una batalla con el santacruceño que tenía perdida, casi sin apelación posible.
Tan sólo un ciudadano común La renuncia de Nazareno se produjo horas después de que el gobierno de Kirchner amenazara con accionar penalmente en su contra. Junto a su cargo de juez, el saliente presidente de la Corte dejó también la inmunidad procesal, por lo que quedó expuesto a procesos judiciales como cualquier ciudadano desprovisto de fueros.
Kirchner reclamó y consiguió la cabeza de Nazareno, y junto a ese objetivo logró también quebrar la mayoría que existía en la Corte para comenzar a fallar en favor de ahorristas particulares que demandan la restitución de sus colocaciones en dólares.
El hasta ahora vicepresidente de la Corte, Eduardo Moliné O'Connor, quedó al frente del tribunal. Fue uno de los jueces que votó en contra de la pesificación y que volverá a expedirse en ese sentido a la hora de dictar sentencia, pero ya no existe mayoría para emitir una resolución: Moliné, Carlos Fayt, Guillermo López y Adolfo Vázquez suman voluntades en favor de la redolarización, Enrique Petracchi se excusó de votar en demandas contra el corralito y la pesificación, y los restantes ministros -Juan Maqueda, Augusto Belluscio y Antonio Boggiano- rechazaron los reclamos de los ahorristas.
La salida de Nazareno deja una Corte con ocho ministros que difícilmente conciliarán posiciones para firmar resoluciones que tendrán un decisivo impacto en los planes del gobierno.
Kirchner, a dos meses de las elecciones y a 32 días de su llegada a la Casa Rosada, quebró la mayoría en la Corte y ganó tiempo valioso para desplegar sus planes. enviar nota por e-mail | | |