| sábado, 28 de junio de 2003 | La paz en Irak está a punto de perderse Los ataques contra las fuerzas estadounidenses de ocupación provocan un creciente número de muertos Beatríz Lecumberri París. - Ataques bien preparados, sabotajes de oleoductos u otras infraestructuras públicas y roces continuos con la población local, hastiada de no ver las ventajas de la era pos Saddam Hussein, son el menú diario de las tropas extranjeras en Irak, donde la coalición anglo-estadounidense ganó la guerra pero corre el riesgo de perder la paz.
Desde que el presidente estadounidense George W. Bush proclamó el fin de la intervención militar en Irak, el 1º de mayo, 57 militares norteamericanos fallecieron en el país, 19 de ellos en enfrentamientos. Esta semana seis militares británicos murieron prácticamente linchados por la población de Al Majar Al Kabir (sur) y otros cuatro fallecieron anteriormente por enfermedades y accidentes.
El número total de víctimas todavía está lejos de las pérdidas sufridas durante la intervención armada (163 soldados muertos, 103 de ellos en enfrentamientos) pero si el ritmo continúa así, la posguerra habrá causado a mediados de septiembre, tantos muertos como la propia guerra.
Los incidentes ocurridos esta semana en el país dan una idea de que Irak está lejos de ser un lugar pacífico. Varios oleoductos han sido saboteados, seis soldados británicos perdieron la vida a manos de iraquíes molestos con los métodos usados por los militares para registrar sus casas, una niña sunita de trece años disparó con un kalashnikov contra los soldados estadounidenses en Ramadi, a 100 km de Bagdad, y un soldado estadounidense murió el jueves por la noche en un enfrentamiento con un grupo de bandidos cerca de Najaf, 130 km al sur de la capital.
Autoprotección Para los más de 100.000 militares extranjeros todavía apostados en Irak, la prioridad de su misión es ahora la autoprotección. Expertos recuerdan que en Kosovo, un territorio mucho más pequeño que Irak y más favorable a las fuerzas aliadas, la Otán desplegó 40.000 soldados. "El miedo puede hacer que las fuerzas de «liberación» estadounidense-británicas se conviertan rápidamente en fuerzas impopulares de «represión»", afirmó en un editorial el diario francés Liberation (izquierda).
Sin embargo y según Washington, el pueblo iraquí está encantado con su nueva vida y un 80% de sus habitantes es favorable a la presencia de la coalición. Pero cuando se llega a Irak, no queda la menor duda de que la población está perdiendo la paciencia y teme que la transición sea larga y su país acabe convirtiéndose en una colonia para EEUU, al que reprochan fundamentalmente no haber restablecido los servicios mínimos del país, algo que irónicamente sí disfrutaban bajo el régimen de Saddam.
El estado actual de Irak recuerda a muchos expertos a la Alemania que siguió al 8 de mayo de 1945 cuando los aliados eran blanco de los últimos discípulos de Hitler que se hacían llamar los "lobos negros".
Un reciente estudio realizado por la cadena de televisión estadounidense ABC y el diario Washington Post concluyó que siete de cada diez estadounidenses temen que Washington se implique en una larga y cara operación de mantenimiento de la paz en Irak y un 44% considera que el número de víctimas mortales de la posguerra es "inaceptable". Buena parte de la población estadounidense siente también miedo de que Irak se convierta en un nuevo Vietnam, donde trece soldados estadounidenses murieron cada día durante doce años.
Pero opiniones de expertos y editoriales de los diarios del mundo entero coinciden: EEUU no se puede permitir el lujo de perder la posguerra en Irak, la puerta de entrada para Bush en Medio Oriente. Fracasar supondría reconocer la derrota de la política unilateral estadounidense que Washington impone desde los atentados del 11 de septiembre del 2001. (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El ex ministro Sahaf envejecido y sin pelo teñido. | | |