La Secretaría de Agricultura podría flexibilizar la normativa relacionada con la exportación de carne a Europa, de modo que los frigoríficos que quedaron inhabilitados para acceder a la cuota Hilton no deban esperar hasta el año próximo para recalificar. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, aclaró ayer que no está dispuesto a levantar normas sanitarias "por cuestiones políticas" pero dejó abierta la posibilidad de buscar una solución intermedia al asegurar que la cartera agropecuaria "analiza los efectos globales" del "deslistado" de 17 frigoríficos. No descartó, asimismo, que se modifiquen los tiempos de adjudicación de la cuota para permitir que estos establecimientos tengan una suerte de segunda oportunidad. "En principio, ratifico que las normas sanitarias hay que cumplirlas y respetarlas para no perder credibilidad internacional", dijo Campos, aunque advirtió que "desde la Secretaría se analizan los efectos globales" económicos y sociales por pérdida de puestos de trabajo como consecuencia de la disposición sanitaria. En ese sentido, no descartó que "la medida pueda ser mejorada sin que implique la inmediata rehabilitación de las plantas". El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que conduce Bernardo Cané, oficializó la semana pasada la nueva lista de frigoríficos habilitados para exportar a la Unión Europea. La nómina, de más de 50 frigoríficos, incluye a once plantas nuevas pero deja a afuera a otras 17. Entre las "deslistadas" figuran el establecimiento Sadowa, de Mar del Plata, que participaba con más de mil toneladas en la Hilton; el cordobés Estancias del Sur, que pertenecía al Grupo Macri, y el rosarino Fricop, aunque la mayoría de las plantas excluidas están radicadas en la provincia de Buenos Aires. Esta exclusión generó una ola de reclamos tanto de empresarios del sector como de los trabajadores y autoridades de las provincias afectadas, como Córdoba y Buenos Aires. Cerrado el capítulo del Senasa, las presiones apuntaron al secretario de Agricultura ya que él deberá decidir en estos días cómo se repartirá el cupo de cortes a Europa, cuyo valor más que triplica el precio del mercado internacional, para el período 2003/2004. En respuesta a esas reacciones, Campos enfatizó que "como Secretaría, no puedo más que respetar las normas" y aclaró que "no se puede anular una norma sanitaria por razones políticas". En cambio, admitió que "podría haber un acortamiento de los plazos para nuevas inspecciones" o "diferentes tiempos en la adjudicación de la cuota Hilton". La resolución del Senasa establece que los frigoríficos "deslistados" deberán esperar la próxima ronda de inspecciones, en marzo de 2004, para intentar su rehabilitación, por lo cual no podrán participar en la distribución de la cuota Hilton correspondiente al período del 1º de julio próximo al 30 de junio de 2004. La eliminación de las plantas que el año anterior habían procesado en conjunto unas 6.500 toneladas de cuota en vísperas de iniciarse la distribución del cupo 2003/04 fue interpretado por los afectados como un intento por liberar cupo en beneficio de los que siguen en carrera. La interpretación de los privados se apoya en que el año anterior hubo un volumen de 38 mil toneladas de cortes de carne de alta calidad para repartir porque los europeos habían otorgado al país una compensación de 10 mil toneladas, pero la concesión fue extraordinaria y este año se vuelven a las 28 mil habituales. El malestar creció toda vez que el anuncio de la nueva lista no corrió por cuenta del Senasa sino de los directivos del consorcio exportador ABC, que nuclea a los principales frigoríficos que operan en el mercado externo, como Swift y Quickfood. Las cámaras que agrupan a las empresas que quedaron fuera del reparto denunciaron la medida como una vuelta de tuerca en la concentración de las exportaciones y se quejaron porque algunas de las plantas nuevas que se habilitaron son realidad frigoríficos adquiridos recientemente por firmas que integran el ABC. El secretario de Agricultura reconoció ayer "la norma puede ser mejorada" pero advirtió que "cuando tratamos a mercados internacionales debemos obedecer lo que piden los consumidores y no a lo que pretendemos nosotros".
| |