Procedimiento en bulevar Avellaneda al 1600

Allanan un local de telefonía y secuestran 60 aparatos robados

Una parte de los equipos secuestrados habían sido sustraídos en un negocio de San Nicolás al 200

El nuevo local de telefonía celular que dos muchachos habían abierto hace menos de un mes en bulevar Avellaneda al 1600 debió cerrar sus puertas mucho antes de lo previsto. Es que hasta allí llegaron agentes de la Brigada de Investigaciones siguiendo las pistas de un robo perpetrado días atrás y encontraron gran parte del botín entre la mercadería exhibida para la venta. Los propietarios del comercio fueron demorados entonces por la policía y quedaron imputados de encubrimiento agravado.
Todo se inició a partir de una denuncia realizada el jueves anterior por Néstor Rabaiolli, dueño de un comercio dedicado a la venta de telefonía celular. El local, ubicado en San Nicolás 222, fue asaltado por una pareja de delincuentes armados el jueves pasado. "Uno tenía cara de peruano o toba, y el otro era rubio", explicó el comerciante al denunciar el hecho en el cual le llevaron dinero en efectivo, 80 equipos de telefonía, cargadores y varios accesorios.
Tras efectuar la denuncia, el hombre recibió un llamado anónimo en el cual le advirtieron que parte de la mercadería robada estaba a la venta en un local de bulevar Avellaneda 1681. Entonces, Rabaiolli simuló ser un cliente y se acercó para preguntar condiciones de compra de uno de esos teléfonos. Así descubrió que uno de los aparatos que le habían robado se exhibía en la vidriera del comercio y que otro era ofertado a unos 400 pesos cuando su valor en el mercado supera los 700.
Rabaiolli entonces amplió la denuncia y la jueza de Instrucción número 6, Raquel Cosgaya, ordenó el allanamiento del comercio. El operativo lo hicieron efectivos de la Brigada de Investigaciones la noche del sábado y allí comprobaron que los datos que tenían no eran erróneos: hallaron en ese lugar unos 30 de los 80 aparatos robados la semana pasada en San Nicolás al 200.
Sin embargo, la requisa de los materiales no terminó allí. En total fueron más de 60 aparatos de diversas marcas y modelos los que secuestraron los policías. Ninguno de los equipos tenía documentación que acreditara su origen, lo mismo que las baterías, cargadores y accesorios que se llevaron como prueba de la causa.
Como epílogo del procedimiento, fueron demorados los dueños del comercio, a los que la policía identificó como Marcelo Miguel Risso, de 27 años, y Cristian Tomás Anriquez, de 28. Ambos fueron demorados por encubrimiento agravado de robo calificado y los policías sospechan que, a través de sus declaraciones se podría llegar a quienes son los autores del asalto perpetrado la semana pasada.

Se hallaron muchos aparatos de última generación.