Balad, Irak. - Guerrilleros iraquíes emboscaron un convoy militar estadounidense en la hostil región al norte de Bagdad, con el resultado de varios soldados heridos, mientras una nueva ola de razzias era lanzada para perseguir a leales a Saddam Hussein. Además, las tropas norteamericanas sufrieron un ataque de mortero sobre un puesto de mando. Más de 40 soldados norteamericanos han muertos desde el fin de la guerra, declarado el 1º de mayo. Un camión estadounidense ardía en llamas en la carretera al sur de la localidad de Balad, situada al norte de la capital, tras la emboscada. Helicópteros Apache sobrevolaban el lugar, buscando a los atacantes. Tanques y vehículos blindados rodearon el camión. Mientras algunos soldados apuntaban sus armas hacia las orillas de la carretera, otros evacuaban a los heridos del camión. Soldados dijeron que varios heridos fueron evacuados. Los soldados indicaron que el convoy viajaba de Bagdad hacia Balad, 90 kilómetros al norte, y que fueron emboscados cuando faltaban 20 kilómetros para llegar a su destino. Además, el cuartel general de las fuerzas estadounidenses en la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad, fue blanco de un ataque con mortero, según informó la cadena de televisión Al Yazira. El ataque provocó un incendio en el edificio y testigos vieron ambulancias dirigiéndose hacia el lugar, agregó Al Yazira sin mencionar muertos o heridos. La emboscada y el ataque con mortero ocurren en momentos en que el ejército estadounidense inició una nueva operación, bautizada Escorpión del Desierto, para eliminar a guerrilleros leales a Hussein. La nueva misión militar estadounidense siguió a la realizada la semana pasada -la más grande en Irak desde el 1º de mayo- cuando una serie de incursiones fue montada en las fértiles planicies alrededor de Balad, cerca del río Tigris, en la que habrían muerto un centenar de iraquíes. Esta cifra fue luego relativizada por fuentes militares. El ejército estadounidense ha dicho que unos 400 iraquíes fueron detenidos en la operación alrededor de Balad, que comenzó el lunes pasado y terminó este fin de semana. Indicó que alrededor de 60 todavía estaban detenidos, y cuatro soldados estadounidenses resultaron heridos durante la operación, junto con dos "civiles hostiles" iraquíes. Habitantes enojados dijeron que los soldados estadounidenses habían registrado viviendas y atacado a los residentes. Indicaron que la operación sólo serviría para alimentar la hostilidad hacia los ocupantes estadounidenses de Irak. El ejército de Estados Unidos dijo que su operación Escorpión del Desierto está dirigida "a ganar los corazones y las mentes" del pueblo iraquí, lo mismo que a cazar a los guerrilleros. Un comunicado del Comando Central dijo que estaba "diseñada para identificar y derrotar a miembros seleccionados del partido Baas, organizaciones terroristas y elementos criminales, mientras entrega ayuda humanitaria simultáneamente". En la localidad sunita de Faluya, 70 kilómetros al oeste de Bagdad, los soldados registraron viviendas en la madrugada, pero en la mañana estaban distribuyendo alimentos. La hostilidad hacia los estadounidenses está aumentando en Faluya tras una serie de enfrentamientos. Muchos residentes dicen que no quieren a Hussein, pero que está creciendo el enojo hacia los soldados estadounidenses. El fin de semana terminó una amnistía de armamentos que no fue recibida con entusiasmo por los iraquíes. Los estadounidenses esperan un aumento de los arrestos por violaciones de armas en los próximos días. (Reuters)
|  Faluya, uno de los lugares más difíciles para EEUU. (Reuters) |  | Ampliar Foto |  |  |
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