Año CXXXVI
 Nº 49.873
Rosario,
domingo  15 de
junio de 2003
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Intentan regular la venta ambulante en el parque Independencia
Los fines de semana se juntan hasta 500 puestos

La Municipalidad estudia un proyecto para formalizar -al menos como una prueba piloto- la venta ambulante en el parque Independencia. La iniciativa contempla la selección del tipo de puestos, lugares fijos para cada uno y un canon que oscilaría entre 15 y 100 pesos por mes. Calculan que, los fines de semana, se reúnen unos 500 vendedores callejeros en torno al paseo.
La propuesta de legalizar el comercio ambulante no tiene antecedentes en la ciudad y llega justo en medio de las denuncias sobre un grupo de inspectores de Control Urbano que cobraba coimas a los vendedores ambulantes para dejarlos trabajar.
La idea fue impulsada por los integrantes de la Asociación de Amigos del parque y un grupo de vendedores que llevan años trabajando en el paseo. "El parque está desbordado de puestos que ofrecen cualquier tipo de mercadería. Hay sectores que se parecen a la triple frontera donde se pueden comprar desde corpiños y calzoncillos hasta despertadores o CD truchos", se quejó el presidente de la asociación, Adrián D'Alessandro.
En virtud de esto, esta semana presentaron al director de Control Urbano de la Municipalidad, Manuel Sciutto, un "plan de reordenamiento general de la venta ambulante". Y el funcionario no desestimó la iniciativa. "Lo estamos estudiando y pensamos que se puede implementar como una prueba piloto" sostuvo, a la par que consideró que la propuesta tendría como beneficio "hacer más claras las reglas del juego, ya que los controles no quedarían a criterio de los inspectores".
De acuerdo al proyecto de la Asociación de Amigos del parque Independencia, sólo estarían habilitados para trabajar aquellos vendedores que ofrezcan "mercaderías que hagan al folclore del parque" como pororó, gaseosas, panchos, hamburguesas y algunos juguetes como molinetes, globos o títeres.
En cambio quedarían prohibidos los numerosos puestos de venta de ropa, posters, anteojos, artículos de electrónica o discos compactos, ni los stands de juegos de azar, como los de tiro al arco o aquellos de emboque de argollas en botellas.
Al mismo tiempo, se limitaría el número de vendedores, con permisos renovables cada dos meses.
El proyecto contempla la formación de una cooperativa de vendedores y el pago de un canon que se reutilizaría para cubrir los gastos de mantenimiento del parque. Los carros de pororó tendrían que abonar entre 30 y 40 pesos por mes; los puestos chicos de venta de gaseosas y golosinas, entre 15 y 20 pesos, y montar un carrito de hamburguesas o panchos costaría entre 90 y 100 pesos.
"Más allá de este dinero, nuestro interés es ordenar la venta informal y evitar que entorpezca la posibilidad de disfrutar del parque", sostuvo D'Alessandro.
Actualmente, se calcula que los fines de semana el parque Independencia convoca a unos 500 vendedores ambulantes que se concentran principalmente en la zona del lago, el Rosedal y los alrededores del parque de diversiones.



Los puestos ofrecen ropa, mate y hasta electrónicos. (Foto: Celina Mutti Lovera)
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