Pablo R. Procopio / La Capital
Con el ingreso irrestricto como bandera y cierto entusiasmo con el "progresismo" del presidente Néstor Kirchner, el socialista Roberto Bisso asumió anteayer la conducción de la Federación Universitaria de Rosario (FUR). El dirigente prometió dar cabida a todas las fuerzas políticas estudiantiles de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), luchar por la modificación de la ley federal de educación, oponerse férreamente al arancelamiento y buscar que los escasos presupuestos no dejen alumnos afuera de las facultades. La idea del nuevo dirigente se basa en el "respeto de los reclamos justos, pero manejados con seriedad". Con esta frase hizo referencia a la recordada toma que realizaron grupos estudiantiles de izquierda del ex sanatorio Rawson en reclamo de becas estudiantiles. "Se trató de una necesidad concreta y real, lo único reprochable fue la mala utilización que le dieron los compañeros de Humanidades", dijo Bisso. "Nos toca la responsabilidad de asumir la presidencia por cuarta vez consecutiva", se agrandó el militante del Movimiento Nacional Reformista, el brazo socialista en la universidad. Después, contestó a la requisitoria de La Capital. -Ultimamente se ha notado en la UNR un avance de la izquierda y un retroceso de Franja Morada. -Las circunstancias electorales del último año han hecho que la izquierda se posicione como una construcción frentista. Pero no se puede individualizar a cada una de las agrupaciones, que tienen muy poca injerencia en el proceso general. En los frentes ha tenido un avance, aunque con la limitación de que se terminan rompiendo en la construcción real de la política. Todos los años las agrupaciones de izquierda cambian el frente y cambian las características. De todas maneras, tenemos cosas en común con el radicalismo e incluso con la ultraizquierda. -Ustedes como MNR también tuvieron cierto retroceso, ¿a qué se debe? -A algunos errores de quienes en determinadas facultades no propiciaron la alternancia en los puestos de conducción. Pero si hubiese sido un voto castigo muy duro, los resultados habría sido peores, con lo cual tenemos la expectativa de recuperarlos. Somos una fuerza histórica y no circunstancial. -¿Qué opinan de las agrupaciones de izquierda ligadas al centro de Humanidades que tomaron el año pasado el ex Sanatorio Rawson? -Siempre vamos a acompañar cualquier lucha de los estudiantes, más si se trata de una necesidad concreta y real como la de la vivienda. Lo reprochable de eso fue la mala utilización dada por los compañeros de Humanidades; era muy buena la intención, pero no se explica que no hayan ido a cobrar las becas. Una cosa es el manejo serio y responsable, otra el manejo a dedo. Así estamos birlando la posibilidad de que los recursos sean serios y se distribuyan equitativamente. -Desde el MNR pretenden formar un coalición reformista. -Nos parece interesante construir un encuentro reformista marcando cuestiones fundamentales: ingreso irrestricto absoluto y oposición a los aranceles, además de un programa de acciones concretas tendiente a lograr la permanencia de los estudiantes en las facultades. Este es un verdadero problema. -¿Es una lucha difícil lograr apuntalar a fondo el ingreso libre teniendo en cuenta los ejemplos de Derecho y Medicina donde se impusieron exámenes eliminatorios? -Para ser sincero, son circunstancias diferentes. Lo de Derecho es un planteo restrictivo, una instancia hecha justamente para dejar gente afuera explícitamente que nos parece terrible. En Medicina, hay una política de ingreso a través de una Instancia de Confrontación Vocacional (ICV). Ojalá realmente la universidad pudiera construir este tipo de etapas, para que el estudiante no se encuentre con sorpresas. Estamos en contra de la restricción total: calidad y cantidad no son conceptos antagónicos. Los estudiantes fuimos muy claros en diferentes consultas. Nadie quiere pagar aranceles ni restricción al ingreso. La asfixia presupuestaria, las partidas que no llegan, todo conspira para que la universidad deba crear alternativas, pero estamos en contra de las que restringen. Por eso, peleamos por un presupuesto acorde. -¿Y creen que se podrá alcanzar ese objetivo con el gobierno de Kirchner? -Uno ve al nuevo presidente hablando con Lula, tratando de integrar más el Mercosur, y el sentido común indicaría que pertenece a un espacio progresista. Ahora, no se puede desconocer que el duhaldismo también está en el gobierno, por eso no nos convencemos más con las palabras, sino con los hechos. Ante esta nueva coyuntura la pregunta es si Kirchner es tan progresista como en su discurso. En ese caso, habría una posibilidad de transformar la ley de educación superior que ha excluido a muchos estudiantes y docentes, preparada y hecha a medida del modelo menemista. De todos modos, vamos a tomar la posición política de exigírselo y haremos lo propio con la FUA, que debe expresarse rotundamente en ese sentido.
| |