La práctica

Se relajó pero la procesión va por dentro

Alejandro Cachari / Ovación

Una sensación entre tantas sensaciones. Un cosquilleo particular. Algo más profundo que el que genera un examen. Por la sencilla razón de que aquí está en juego no sólo la suerte de los protagonistas, sino la de miles de canallas que también jugarán un partido decisivo esta tarde, cuando el sol empiece a despedirse de la jornada en Mataderos. Es que la prueba de esta tarde puede fortificar casi un año entero de pelea contra la adversidad personificada por el descenso; o echar por tierra gran parte de todo lo conseguido. Un triunfo es la salvación casi definitiva. La derrota repone las angustias hasta el final del Clausura. El empate una buena opción, pero no la mejor.
Entre los jugadores existe una gran ansiedad, una enorme expectativa. Una prueba de ello fue la práctica de ayer: un rato para estirar los músculos, para despejarse con el siempre competitivo fútbol tenis. Para discutir y descargar tensiones en el loco de todas las tardes.
El único atisbo de entrenamiento formal, convencional en todo caso, fue una recomendación especial de Miguel Angel Russo para Delgado, Figueroa, Mandra y Ferrari respecto del achique que seguramente tirará Nueva Chicago. Todo un dato lo de Ferrari, o más bien una ratificación del trabajo de la semana. El Loncho será una opción ofensiva importante para los canallas. El DT los llamó aparte un par de minutos y después los devolvió a los trabajos claramente regenerativos y recreativos que realizó el plantel en la cancha principal de Deportivo Español.
Central no está solo, pero espera en el corazón de la Capital Federal. Mientras, matiza el tiempo, lo mata, lo devora, con todo lo que aporte a una espera distendida y medianamente relajada. Aunque lo más probable es que la procesión vaya por dentro.