Argentina tiene mucho tiempo entre junio y agosto, mes en que vence el actual programa que tiene el país con el FMI, para negociar un acuerdo de largo plazo con el organismo. Así de claro lo puso el subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro, John Taylor, al descartar cualquier posibilidad de prorrogar hasta principios del año próximo el acuerdo de transición que está en vigencia.
El funcionario reforzó de esa forma las declaraciones que realizó el martes en Buenos Aires el secretario de Estado del país del norte, Collin Powell, respecto de su preferencia por la negociación de un acuerdo entre Argentina y el Fondo de largo aliento, lo que es lo mismo que decir que debe contemplar las reformas estructurales exigidas por el organismo. "La razón para que en enero se firmara un acuerdo transitorio fue darle tiempo al anterior y al nuevo gobierno para coordinar una estrategia de largo plazo", dijo Taylor.
Tras subrayar que es hora de negociar un programa estructural, agregó: "Yo creo que hay tiempo y espero que eso pase".
El acuerdo firmado en enero permitió a la Argentina postergar pagos al organismo por 6.780 millones de dólares. Ese pacto, alcanzado tras un año de tortuosas negociaciones, exigía además del cumplimiento de metas fiscales una serie de "avances" respecto de objetivos estructurales.
En muchos aspectos el gobierno incumplió ese acuerdo, aunque el ministro de Economía, Roberto Lavagna, le restó importancia a esas faltas, argumentando que la Argentina había sobrecumplido las metas fiscales. Por estos días se tramita incluso un "waiver" (dispensa) por los puntos incumplidos, con la esperanza de que el directorio del Fondo apruebe el resto del programa.
La táctica de Lavagna
Mientras tanto, lo que desde hace algo más de un mes venía tomando forma es que Lavagna y el Fondo negociarían otro acuerdo de corto plazo, o una extensión del actual, debido a la dificultad de avanzar en reformas estructurales con un Congreso que aún no se renovó y en un año de elecciones legislativas y de gobernadores. Incluso Lavagna abundó sobre esa idea a poco de asumir Kirchner.
Ayer, luego de la fuerte presión ejercida por EEUU y el Banco Mundial, en Economía dieron otra versión. "Coincidimos con las palabras de Taylor, consideramos que hay tiempo suficiente para lograr un acuerdo de largo plazo, varias de las bases de ese posible acuerdo son las que están incluidas en lo pactado en enero", dijo un portavoz del ministro. De todos modos, aclaró: "Si no se alcanza un acuerdo de largo plazo, podría pactarse uno de corto".
Sin embargo, el funcionario del Tesoro estadounidense descartó esa posibilidad. "Hay tiempo y esperanzas para plantearse una estrategia de largo plazo", dijo.
De todos modos, Taylor fue enfático al señalar que la economía argentina está en recuperación. Y extendió el pronóstico para toda Latinoamérica.
Más aun, el funcionario fue consultado respecto de la formación de una burbuja especulativa en los mercados de capitales de Latinoamérica. Taylor señaló como aspectos positivos el buen desarrollo de Brasil, la exitosa reestructuración de la deuda en Uruguay y el rápido crecimiento de Argentina y dijo que "esas cosas son fundamentales y explican las grandes mejoras en los mercados, siempre estamos analizando esas cuestiones, pero actualmente parece haber una genuina recuperación".