Año CXXXVI
 Nº 49.870
Rosario,
jueves  12 de
junio de 2003
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Creen que una de las dos chicas asesinadas en Santiago del Estero murió en cautiverio
El juez investiga si trataron de reanimar en un hospital a Leyla Bashier Nazar por una sobredosis

El juez que investiga el doble crimen de Santiago del Estero, Dardo Herrera, tomó ayer testimonios en procura de establecer la veracidad de la versión que indicaba que Leyla Bashier Nazar habría sido llevada a un hospital de la capital provincial sufriendo una sobredosis, que finalmente no pudo superar. Los investigadores creen que a Leila la mantuvieron drogada al menos dos días, durante los cuales la chica intentó en una oportunidad pedir auxilio a su familia, y piensan que sus homicidas pretendieron reanimarla en un hospital cuando ya se encontraba en coma.
Lo cierto es que el magistrado que investiga los homicidios de Nazar y de Patricia Villalba recibió una ampliación de la declaración testimonial de Rodolfo Alvarez, director del Hospital Independencia, lugar donde se sospecha que pudo haber sido llevaba una de las chicas para ser reanimada.
Alvarez ratificó ante el juez Herrera que una subordinada suya le dijo que a Leyla Nazar la llevaron a ese centro sanitario municipal.
El médico dijo también al juez que tras revisar el registro de las guardias del hospital constató que le faltaban dos hojas, justamente del domingo 19 de enero pasado, tres días después de que Leyla había sido vista por última vez.
Esta versión llegó a través de la médica de guardia Silvina Carabajal, quien dijo que se lo contó un cuñado suyo, Diego Llugdar, primo del único procesado en la causa, José Patricio Llugdar.
"La doctora me dijo que el cuñado de ella le manifestó en un almuerzo familiar que Leyla habría sido llevada al hospital para que la reanimen", dijo en los Tribunales de La Banda. "En los libros de guardia no figura el nombre de Leyla en ningún lado", señaló el médico. Sin embargo, aclaró que revisaron "los libros en el día 19 y faltan dos hojas que se observan que están cortadas".
Además, afirmó que, según los dichos de Carabajal, "la persona que la llevaba a Leyla dijo no digan nada, no anoten nada, tras lo cual sacó un celular, se comunicó con un alto funcionario y dijo bueno, nos la llevamos".
La médica Silvina Carabajal también declaró ayer ante el juez Herrera, al igual que otro médico y un enfermero del Hospital Independencia, y habría confirmado sus dichos.
Con todo este material, el juez secuestró el libro de guardia y lo envió para ser peritado por expertos y constatar si, mediante a algún método criminalístico, se puede llegar a descifrar lo que fue escrito en las hojas faltantes.

Un extraño llamado
Según las sospechas de los investigadores, Leyla desapareció el 16 de enero pasado tras participar de una fiesta y sus restos aparecieron más de un mes después junto a los de otra chica, Patricia Villalba, en La Dársena.
Ese mismo día, el 16 de enero, una prima de Leyla denunció que recibió un llamado de la víctima en su contestador automático que sólo decía tres veces, y en forma muy pausada, la palabra "hola".
Ese dato, que nunca fue investigado por el primer juez del caso, Marcelo Castillo Solá, porque el mensaje se borró del contestador, fue interpretado como que la chica pudo haber intentado pedir auxilio cuando se encontraba bajo los efectos de alguna droga.
Ahora, los pesquisas creen que Leyla pudo permanecer en ese estado durante dos días completos, hasta que entró en coma, por lo que sus homicidas trataron en vano reanimarla en el Hospital Independencia, el segundo centro asistencial público en importancia de la provincia.
De acuerdo a esta línea, luego la descuartizaron e hirvieron su cadáver para evitar que sea reconocida cuando hallaran sus restos.
Los instructores sospechan que Patricia Villalba, quien no conocía a Leyla, fue asesinada porque escuchó algo que no debía, en relación a lo que le sucedió a la otra joven.
Por el caso hay cuatro detenidos: José Patricio Llugdar, de 25 años, dueño de una cadena de carnicerías que quedó vinculado a la muerte de Leyla porque dijo que salió con ella la noche que desapareció, aunque cuando fue apresado dijo que había mentido para "fanfarronear" con que había tenido sexo con la chica.
Sebastián Flores, de 35 años, con antecedentes por droga y robo a mano armada y cuñado del jefe de prensa de la gobernación; Ramón Alberto Rojas, de 29 años, es vecino de Flores, fue novio de Leyla en 2001 y se cree que fue quien le comentó a Patricia Villalba lo que le sucedió a su ex pareja.
El último es el remisero Omar Contreras, de 35 años, en cuyo Renault 18 los investigadores sospechan que fueron trasladados los cuerpos hasta el monte de La Dársena, según la fuentes consultadas. (Télam y DyN)



El director del hospital, Rodolfo Alvarez.
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