Los sábados y domingos por la noche encontrar o pedir telefónicamente un taxi se ha transformado en los últimos meses en una tarea difícil. Lejos de la época en que los propios tacheros disputaban mano a mano un viaje, ahora son los usuarios quienes se pelean en las esquinas para conseguir un vehículo. "El domingo pasado a las 10 de la noche estuve más de treinta minutos hasta que conseguí un taxi. A la salida de los cines la gente se pelea por ver quién hizo primero la seña al coche", relató ayer Inés. Por su parte, Juan José, peón de taxi, aseguró: "Los que estamos de día aumentamos más de un cincuenta por ciento el trabajo, pero los de la noche no paran ni un minuto".
| |