Mientras se completa el recambio de las cúpulas militares ordenado por el presidente, Néstor Kirchner, el ministro de Defensa, José Pampuro, admitió ayer que "hay preocupación" aunque "no temor ni malestar" en las Fuerzas Armadas ante la eventualidad de que la Justicia declare inconstitucionales las leyes de punto final y obediencia debida. Aunque se excusó de dar su parecer sobre la posibilidad de que la Justicia declare inconstitucionales las leyes del perdón ("como ministro de Defensa, reservo mi opinión"), Pampuro afirmó que tanto el gobierno como las Fuerzas Armadas "acataremos lo que la Corte Suprema de Justicia decida". Respecto a si la posibilidad de que se concrete una medida judicial de ese tipo está generando algún tipo de malestar en las Fuerzas Armadas, el funcionario respondió que "hay preocupación, no hay temor ni malestar". "Hay preocupación, como es lógico, pero también se subordinarán a lo que decida la Corte Suprema de Justicia", agregó en relación a la actitud que tomarían los militares en caso de declararse la inconstitucionalidad de las referidas leyes, sancionadas durante el gobierno del radical Raúl Alfonsín. En la misma línea se expresó el flamante jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Carlos Rohde, quien tras asumir ayer afirmó que "es un tema que está en la Justicia y la Fuerza Aérea es respetuosa del Poder Judicial, acata las decisiones que tome". Asimismo, Rohde afirmó que "en la Fuerza Aérea no hay, al menos por ahora, ningún malestar". Pampuro y Rohde formularon esas declaraciones al cabo del acto de asunción de este último, realizado en el Edificio Cóndor, y en el mismo momento en que en el plano internacional y local parecen reactivarse los reclamos judiciales contra ex miembros de las Fuerzas Armadas por violaciones a los derechos humanos durante la pasado régimen de facto. Como en el caso del ex marino Ricardo Cavallo, detenido en México y reclamado por la Justicia española, o la investigación por la masacre de Margarita Belén, en la provincia del Chaco, donde presos políticos de la dictadura fueron asesinados en un simulado intento de fuga. En este contexto, el presidente Néstor Kirchner se reunió antenoche con representantes de los organismos defensores de derechos humanos, ante quienes no descartó la posibilidad de solicitar en un futuro al Congreso la nulidad de las leyes de perdón. Pampuro, por su parte, pidió "no adelantarnos a situaciones no previstas", cuando se le preguntó sobre la actitud que tomaría el gobierno en caso de generarse algún tipo de conflicto con las Fuerzas Armadas, y dijo que en todo caso "analizaremos los problemas a medida que aparezcan". A pocas horas de asumir el poder, el gobierno comenzó un operativo de depuración de las Fuerzas Armadas que provocó cierta resistencia, que incluyó fuertes declaraciones por parte del ex jefe del Ejército teniente general Ricardo Brinzoni, quien se oponía no sólo a su pase a retiro sino también al de varios generales. Sin embargo, Kirchner insistió con la movida y aceleró la salida de Brinzoni 24 horas antes de que se conmemorara el Día del Ejército (el pasado 29 de mayo) y elevó a la conducción de la fuerza al general de brigada Roberto Bendini, un militar que comandó la Brigada XI de Río Gallegos cuando el actual jefe del Estado era gobernador de Santa Cruz.
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