Mientras el rufinense Guillermo Coria vivió ayer su primer día como estrella, Albert Costa y Juan Carlos Ferrero garantizaron un español en la final del abierto de tenis de Francia, que justamente hoy sabrá el nombre de las dos mujeres que lucharán por el título.
Costa y Ferrero sobrevivieron a siete horas y diez sets de emociones para llegar a una esperada revancha de la final de hace un año. Costa volvió a sorprender al resurgir del abismo tenístico para batir por 2/6, 3/6, 6/4, 7/5 y 6/2 a su compatriota Tommy Robredo, en tanto que Ferrero, sin jugar en su mejor nivel pero en un espectacular partido, pudo superar la devastadora potencia del chileno Fernando González para batirlo por 6/1, 3/6, 6/1, 5/7 y 6/4.
"Ser campeón es lo que me incita a seguir luchando", dijo el sorprendente Costa para explicar su nueva hazaña. "Fue un partido muy complicado desde el principio, pero si no lo llego a ganar con seis match points me muero", dijo Ferrero, derrotado hace un año en la final por Costa.
El choque Costa-Robredo fue emocionante por la nueva recuperación del campeón, pero el Ferrero-González desató la admiración de los 14.000 espectadores en el court central, ante el generoso derroche de potencia y espectacularidad ofrecido por ambos.
El partido fue creciendo en intensidad conforme avanzaban los sets. El quinto fue la mejor síntesis de todo lo que ofreció, pero el juego final fue un espectáculo de principio a fin.
Ferrero sacaba 5/4 y 40/0, pero se encontró con un González dispuesto una vez más a no rendirse. El chileno levantó tres pelotas de partido, y luego otras dos. Un revés invertido, una notable devolución de revés paralelo y un concierto de palos desde el fondo fueron algunos puntos de menú de González.
Pero Ferrero no perdería la oportunidad. Forzó el sexto match point atacando y rematando con dos smashes y, tras una devolución de revés larga de González, se arrojó al piso elevando sus brazos al cielo.
Ambos se abrazaron en la red, y González le susurró algo al oído que desató las risas del español: "Sos un gran jugador, pero también una gran persona".
Es la cuarta semifinal consecutiva de Ferrero en Roland Garros, algo que hasta ahora sólo habían logrado campeones como Bjorn Borg, Mats Wilander, Ivan Lendl y Jim Courier. Desde su debut en 2000 en el torneo, el español siempre estuvo en la ronda de los últimos cuatro.
Llegar a su segunda final será un desafío complejo, ya que Costa reacciona cada vez que parece entregado. El de ayer fue el tercer partido en el torneo en el que Costa se recuperó de una desventaja de dos sets a cero. Con las tres horas y 29 minutos que necesitó para la victoria -idéntico tiempo de Ferrero-González-, suma ya 18 horas y 32 minutos de juego en cinco encuentros, una cifra muy superior a las de sus rivales.
El español confía ahora en repetir el título que ganó en 2002. "Ahora ya no hay diferencia con el año pasado, estoy en en grandísimo nivel. ¿Por qué no repetir? Ojalá mi físico aguante. No quiero perder, tengo ilusión por ganar el título otra vez".
Las resurrecciones tenísticas de Costa son un récord para la era abierta del tenis, que comenzó en 1969. Sólo el francés Nicolás Escudé logró en un Grand Slam igual cantidad de partidos ganados tras haber perdido los dos primeros sets, en el abierto de Australia de 1998.
Coria, vencedor el martes del estadounidense Andre Agassi, vivió su primer día como estrella del tenis, con una nube de fotógrafos y camarógrafos siguiéndolo en un paseo por París.
Las mujeres asumirán el primer plano hoy, cuando la estadounidense Serena Williams intente avanzar a su quinta final consecutiva en un Grand Slam. Su rival será la belga Justine Henin, cuarta favorita.
Williams ganó los últimos cuatro Grand Slams, en una carrera de victorias que comenzó precisamente hace un año en Roland Garros, cuando derrotó a su hermana Venus.
La segunda semifinal será disputada por la belga Kim Clijsters y la rusa Nadia Petrova. (DPA)
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