El increíble caso de Damián Alejandro Ortiz tiene antecedentes. El 22 de febrero de 2002 Bruno Clérici, detenido y procesado por tentativa de homicidio en la cárcel de Coronda salió en libertad a raíz de una equivocación de un oficial del Servicio Penitenciario cuando en realidad su hermano Hugo, también preso, debía abandonar la cárcel. La saga reconoce otros episodios. En noviembre de 2001, el preso Cristian Córdoba afirmó que pagó 6 mil pesos a un oficial penitenciario de Coronda para tener una libertad confundida. Y Rubén Darío Quiroga procesado por cuatro robos con la identidad de su hermano, Carlos Dante Quiroga, escapó de una colonia de recuperación de adictos en Alvear.
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