Un empleado del Hospital Provincial de Rosario fue detenido y acusado de fraude contra la administración pública. Según fuentes judiciales, habría indicios de que se trata de una de las personas que vendía gasoil del nosocomio a taxistas y remiseros que paran en el hospital. El hombre fue arrestado el viernes y excarcelado ayer, aunque formalmente quedó imputado y así seguirá en la causa que lleva el juez de Instrucción de la 14ª Nominación, Adolfo Prunotto Laborde. Se trataría de un operario de la sala de máquinas del hospital, de 40 años, que no cuenta con antecedentes penales. En tanto, unos 30 empleados convocados por la integrante de la comisión directiva de UPCN local, Sara Coca López, decidió ayer en asamblea realizar una medida de fuerza a la japonesa. "Después de que terminemos nuestras funciones trabajaremos dos horas más limpiando los baños y arreglando los jardines. Demostraremos que al hospital lo queremos y haremos más esfuerzos todavía", dijo López. -¿Es necesario hacer un paro a la japonesa para que los baños estén limpios y los jardines en condiciones? -Los espacios están abandonados porque no hay personal. Todos los cargos de servicios generales los han puesto como administrativos. La dirección ha bendecido a los amigos. La gremialista les contestó también a quienes la acusan de ser la responsable de los desmanejos del hospital. "A mí me votó toda esta gente (dijo señalando a su alrededor), por eso no me voy a ir como quieren los directivos. Lo último que haría sería traicionar a mis compañeros", remarcó. También tuvo palabras para quienes le endilgan un nivel de vida que supera holgadamente al de un empleado estatal. "Tengo un auto cero kilómetro por el que pagué un círculo durante ocho años. Vivo en el mismo barrio, en zona sur, con mi suegra y mi papá. Nunca cambié mi nivel de vida. El que dude, que me investigue", desafió.
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