| | cartas Al doctor Néstor Kirchner
| Ojalá que tras los días que le aguardan, en que tendrá que gobernar la Nación, "no abandone" sus cómodos mocasines económicos, aunque no condigan con los suntuosos abotinados y muy brillantes que calzan sus correligionarios. Ni sus trajes, excesivamente holgados y solapados por ser "demodé" ya que podrían afectar su imagen (así lo dirán sus asesores). Ni su elogiada habilidad como eficiente administrador austero "que sabe ahorrar" y que prioriza las necesidades básicas. Ni su nacionalismo, ni sus principios. Ni su sensatez en los planteos sociales y políticos sólo por haber llegado a ese envidiado lugar de privilegio, al cual, por conquistarlo, tantos ambiciosos pequeños e inescrupulosos venderían hasta su familia. Y que los númenes lo libren de que se considere un ser "superior" dotado de una afortunada estrella que lo preserva de todo mal. Ojalá, señor presidente, que no sea otra futura frustración. Que con usted, finalmente, comience a bostezar el trágico abismo de una pesarosa historia de ineptos gobernantes. Ojalá sea su suerte (y la nuestra) que en su corazón y en su mente se hayan conformado un bastión moral lo suficientemente gallardo para que pueda conducir a todos los argentinos a un destino mejor para que volvamos a recobrar nuestro natural positivismo y alegría. Marcelo Enrique José Street
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