Mariano Bereznicki / La Capital
No pudo capear una ráfaga endiablada y en cinco minutos se quedó sin nada. Aunque a decir en verdad, se veía que la tormenta que acechaba al arco rojinegro se desataría como un vendaval en cualquier momento. Y así fue nomás. Porque San Lorenzo supo capitalizar en un puñado de instantes las tres situaciones que generó y, por ende, se quedó con la victoria por 3 a 1, ante la séptima división de Newell's, que fue un manojo de incertidumbre a la hora de intentar nivelar las acciones. La efectividad de los santos, más allá de que exhibió un planteo muy amarrete, terminó dejando de rodillas a los leprosos. Con poco y nada, los cuervos dejaron Bella Vista con un saldo por demás de positivo en cuanto a lo númerico para agregarle a la tabla de posiciones. San Lorenzo se plantó con dos líneas, muy juntas, casi unidas, en el fondo. Acaso ese fue el principal escollo que debió descifrar Newell's para tratar de inquietar al arquero Landriel. Pero la lepra, a pesar del esfuerzo, en vano por cierto, se quedó en el intento. Porque jamás pudo vulnerar esa férrea resistencia defensiva. A tal punto que sólo pudo llegar una sola vez al arco, vía Juan Ulloa, pero sin demasiada seriedad. En el inicio de la segunda etapa los rojinegros parecieron entrar con la almohada puesta. Y la visita aprovechó, en apenas cinco minutos, para liquidar el pleito. ¿Cómo? Sí, en ese puñado de segundos los azulgranas marcaron tres goles. El primero a través de Ignacio Ledesma, quien definió luego de haber recibido una magnífica habilitación de Peralta. Después fue el turno de Jonatan Sosa. Y el tercero llegó por intermedio del delantero Guillermo Carrizo. Newell's, que a esta altura ya se mostraba muy perdido en todos los sectores de la cancha, pudo descontar merced al recién ingresado Jesús Nievas, quien aprovechó una asistencia de Leandro Fernández. El resultado ya estaba puesto. Nada haría ni podría hacer cambiar el curso de la historia. San Lorenzo, si hacer demasiado gasto y mérito, terminó quedándose con los tres puntos ante un desdibujado y desesperado conjunto rojinegro.
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