El entrenador Manuel Pellegrini sentenció ayer que River Plate "no es un incendio ni una bomba de tiempo", y salió a negar enfáticamente que tenga pensado renunciar a su cargo en caso de un nuevo revés mañana en el superclásico ante Boca Juniors. El técnico chileno se mostró molesto por las versiones periodísticas que indicaban que podría dejar su puesto si pierden frente a Boca y dijo en rueda de prensa que "hay cosas que se inventan". "River no es una bomba de tiempo, ni un incendio, como andan diciendo por ahí. Además, no hay ninguna posibilidad de renuncia. Al terminar el contrato, al final de la temporada, se evaluarán los resultados obtenidos, y recién entonces será el momento de tomar una elección", expresó un Pellegrini más serio que de costumbre. Ya metido de lleno en el superclásico, el ingeniero comentó que deberán "trabajar en todos los aspectos: en lo futbolístico, en lo anímico, y en saber independizarse de un medio que suele ser variable de un día para otro". De ese modo, Pellegrini hizo implícita referencia a las críticas recibidas tras quedar afuera de la Libertadores a manos del América de Cali. Además, se mostró conforme con la tarea de su equipo a lo largo del año al resaltar que "el domingo River tiene que jugar como lo hizo durante toda la temporada, salvo esos 13 minutos que nos costaron la clasificación". "Son objetivos distintos", respondió cuando le pidieron que comparara la trascendencia del superclásico con la chance perdida a nivel continental. El DT no confirmó la formación para visitar a Boca, pero todo parece indicar que la principal movida estará en el arco, donde Franco Costanzo reemplazaría a José María Buljubasich, de muy pobre rendimiento en Colombia. La otra variante sería el ingreso de Luis González por Víctor Zapata, con lo que Pellegrini buscaría tener mayor volumen de juego en el mediocampo. La formación sería con: Costanzo o Buljubasich; Garcé, Ameli, Demichelis y Lequi; Coudet, Claudio Husaín y González o Zapata; D'Alessandro; Fuertes y Cavenaghi.
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