Laura Vilche / La Capital
"Esto no es nuevo en el Provincial. El hospital se ganó el mote de Fuerte Apache porque es ingobernable y el gremio (UPCN) ha hecho su aporte para que sea así". Esto contestó ayer el ex director del Hospital Provincial Semy Seineldín cuando se le preguntó qué opinaba sobre la denuncia, publicada ayer en La Capital, de un nuevo caso de corrupción en el centro de salud. Se trata del robo de gasoil de los generadores por parte de empleados y de su venta a taxistas y remiseros truchos que tienen sus paradas en la puerta de Alem al 1400. Otro ex director que hizo declaraciones fue José Tosoni, quien al igual que Seineldín aceptó salir con nombre y apellido. En cambio, distintos empleados que trabajan hoy en la institución pidieron preservar su anonimato al ser consultados sobre el caso. "Tenemos miedo a las represalias", señalaron, antes de remarcar que su temor está ligado a los delegados de la Asociación del Personal Civil de la Nación (UPCN) dentro del hospital. Tosoni aseguró que los hurtos en el Provincial son de vieja data, tanto como "las actitudes reiteradas de boicot y sabotaje". El médico estuvo al frente del hospital en el año 1992 y también en el período que fue del 96 al 99. Y sostiene que "siempre" hubo un grupo estructurado dentro del nosocomio sobre el que cayeron las sospechas de fraude, pero que "nunca" se pudieron llegar a identificar. "Curiosamente, hay gente ligada al área de Servicios Generales y Mantenimiento que se liga a los cortes de luz, la falta de oxígeno de los tubos y de objetos y aparatos en lugares donde no se fuerzan las cerraduras. Creo que con esos actos delictivos siempre se quiso dejar en claro quién mandaba en el hospital, querían que la gente dijera que la Dirección no podía controlar el lugar y su gente. Aquí el límite sólo lo pueden poner la policía y la Justicia, porque un director apenas puede iniciar un sumario", remarcó Tosoni. Seineldín, quien dirigió el hospital ad honórem durante tres meses entre el 2000 y 2001, también señaló a quienes cree responsables de las irregularidades del lugar. "El gremio obstaculiza con sus desmanejos toda intención de gestión. En el Provincial siempre hubo dos direcciones: la del gremio, la más fuerte, encabezada por una mujer que estuvo ligada al área de Mantenimiento, y la de los directores. En el poco tiempo que estuve comprobé que las licitaciones son una risa, que se venden certificados médicos para que los empleados justifiquen su inasistencia y que muchos se hacen marcar las entradas y salidas por otros en el reloj. Además, por mes hay un promedio de 48 a 52 ausentismos gremiales. Y no se le ocurra denunciar las cosas porque el manejo mafioso está a la orden del día", aseguró el profesional. Pidiendo absoluta reserva de nombre, un médico jefe de área contó que más de una persona que no trabaja en el Provincial ha cobrado cheques por el pago de salarios. Además, aseguró: "Es cierto que se presiona a la gente desde el gremio, es algo habitual. Y encima los directores están afectados por el cortoplacismo: cuando empiezan a investigar o denunciar tienen que irse. Acá en pocos años pasaron 20 directivos como si nada". Desde el área de Enfermería también hizo su descargo una empleada. "Es cierto todo lo que dice en el diario, y hay más. En Internación, en el segundo piso, sector A, hace siete meses se habían colocado cinco televisores. A los pocos días faltaron dos y nadie vio nada. ¿Cómo puede ser que nadie violente una cerradura para sacar dos televisores y se los lleve a cuestas? ¿Sabés lo que más duele de esto? Que los robos nos salpican a todos y muchos empleados se desloman trabajando acá", se quejó. Con el que se publicó ayer, ya suman varios robos en las instalaciones del hospital que han puesto en riesgo la vida de los pacientes. Es que el combustible que se vendía a los taxis y remises se usa cuando no hay electricidad para poner en marcha los generadores. A raíz del hurto el anteúltimo domingo se pararon los motores de los respiradores en Neonatología, que no pudieron funcionar por la adulteración del combustible con agua. El actual director del hospital, Patricio Campbell, no quiso hacer declaraciones sobre lo ocurrido. Y el ministro de Salud provincial, Fernando Bondesío, admitió que hay dos denuncia penales presentadas a la Justicia y al menos siete sumarios que afectan a los empleados del área.
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