Roma. - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tenía mucho que perder en las elecciones municipales y provinciales del domingo y lunes. Una economía estancada, graves problemas personales con la Justicia y su impopular decisión de apoyar a Estados Unidos en la guerra de Irak lo habían colocado en una posición delicada ante el primer gran test en las urnas desde que asumió el gobierno, hace dos años. Y aunque, con excepción de la humillante derrota sufrida en Roma, su coalición de centroderecha Casa de las Libertades parece haber salido bastante airosa, ya estalló la crisis interna en esta heterogénea formación. Alianza Nacional, el segundo partido de la coalición y el más perjudicado por la derrota en la provincia de Roma, reclamó ayer "una revisión de la gestión de gobierno". A la vez, el centroizquierda mostró signos de vitalidad no sólo en Roma. Los aliados de Berlusconi retendrán el control de Sicilia, un bastión conservador, y varias ciudades del norte del país, a pesar de que la beligerante Liga Norte decidió competir sola. La oposición de centroizquierda, todavía tambaleante tras la derrota en las elecciones generales de 2001 y por sus graves problemas de liderazgo, ganó terreno prácticamente en todos los frentes y consolidó su mayoría en Toscana. *Al igual que en los comicios españoles, nadie puede ser declarado ganador; los partidos italianos retuvieron casi todas las provincias y ciudades que controlaban antes de las elecciones. Sin embargo, Roma inclina la balanza levemente a favor de la oposición. Aquí, cerca de 3 millones de votantes decidieron poner fin a la coalición de centroderecha del gobierno provincial a favor del centroizquierdista Enrico Gasbarra, ganador con el 53,4 por ciento de los votos. En la política italiana, Roma siempre ha desempeñado un papel importante como microcosmos anticipatorio de lo que va a suceder a nivel nacional. La importancia de la capital fue subrayada durante la campaña por "Il Cavaliere", que empapeló la ciudad con afiches invitando a los romanos a no votar por "esta izquierda peligrosa". "El voto más importante y más esperado fue sin duda el de la provincia de Roma, por su naturaleza simbólica y porque aquí estaba concentrada una cuarta parte de los llamados a votar", escribió Paolo Franchi en Il Corriere della Sera. Aunque Franchi no coincide con los líderes de la oposición en su optimista interpretación de los resultados electorales, cree que se trató de una "campanada de alarma" para el gobierno de Berlusconi. El tabloide romano La Repubblica, vecino al centroizquierda y adversario declarado de Berlusconi, advierte que el resultado electoral es "una señal para Il Cavaliere", según su columnista Massimo Giannini. "Estoy condenado a ganar, y de hecho siempre he ganado", dijo Il Cavaliere dos días antes del voto", recuerda mordazmente Giannini. *Pero lo más significativo es que la elección provocó el afloramiento de una crisis larvada en la Casa de las Libertades (CdL). Ya el lunes aparecieron las primeras fisuras en la coalición, donde la derechista Alianza Nacional responsabilizó a la Liga Norte, con su actitud "antirromana" de la derrota en la capital. El número uno de AN, Gianfranco Fini, pidió una "revisión" para analizar los motivos de la derrota en Roma y en general del resultado a nivel nacional. AN dio un comunicado en el que considera "necesario que la coalición dé lugar a una revisión político-programática sobre la acción de gobierno". *A las quejas de AN se suma el reforzamiento en Sicilia de la UDC, una fuerza católica centrista de origen democristiano que integra la CdL como su cuarto socio, y el menor. Sus máximos dirigentes ahora apuntarían a un rediseño con mayor presencia de las fuerzas moderadas. Uno de estos dirigentes, Marco Follini comentó: "Si hubo un momento en que parecían de moda las posiciones extremas, ahora el péndulo oscila hacia el centrismo. Y allí esperamos a nuestros aliados", en una clara referencia a la Liga Norte, reconocida por su extremismo en materia de inmigración y de rechazo al "centralismo" romano. Berlusconi, líder absoluto de Forza Italia, el partido mayor de la CdL, parece haber aplacado los ánimos de sus socios con un comentario: "Podría haber sido peor". También está convencido de haber limado las diferencias que preanunciaban los sondeos gracias a su activa participación en la campaña. uDel otro lado, el partido socialdemócrata DS (Demócratas de Izquierda), fue el que mejor salió parado dentro de la coalición El Olivo. El secretario de los DS, Piero Fassino destacó, que "El Olivo es mayoría en el país", ya que ganó tanto en la sumatoria del voto de los colegios electorales de sistema mayoritario como en aquellos que se guían por el sistema proporcional. El otro gran líder partidario de esta coalición, Francesco Rutelli, también subrayó "el dato positivo de El Olivo", aunque con menos entusiasmo ya que su partido, La Margarita, sufrió una visible pérdida de votos respecto al 2001, cuando Rutelli fue el candidato a premier de la coalición. Para los analistas italianos, está claro que Fassino y el DS surge como el ganador dentro de El Olivo.
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