Año CXXXVI
 Nº 49.855
Rosario,
miércoles  28 de
mayo de 2003
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Nombres de calles de la ciudad

Un signo de la distorsión de valores que sufrimos son los nombres que se imponen a calles y paseos de la ciudad. Según ha trascendido, en el Concejo existen proyectos para denominar algunas calles con los nombres de personas que han sido víctimas del "gatillo fácil", porque algunos grupos las promocionan mediante grafittis. Mientras tanto, por ejemplo, ni el eminente doctor Esteban Maradona, que dedicó su vida a los más necesitados y terminó sus días en Rosario, ni la Madre Teresa de Calcuta, ni el doctor Jonas Salk, descubridor de la vacuna que derrotó la terrible poliomelitis, tienen cabida en la nomenclatura urbana. Pero recientemente se impuso a un pasaje céntrico el nombre de un candidato justicialista a gobernador en la década del 60, a una plaza el nombre de una integrante socialista de la Junta Consultiva de Aramburu y se denominó a un paseo del bulevar Oroño con el nombre de un concejal que falleció hace poco en un accidente. Evidentemente, se privilegia a la clase política sobre los verdaderos benefactores de la sociedad. Tampoco se justifica que se incorporen a la nomenclatura sólo nombres de personas. Cuando se crearon las hermosas denominaciones de avenida de la Travesía y de Patio de la Madera, que enseguida fueron aceptadas por la población, no faltaron concejales que se apresuraron a cambiarlas por nombres políticos. Estos concejales deben entender de una vez que las denominaciones de las calles, plazas y paseos de Rosario no pueden estar al servicio de la corporación política y de sus intereses partidarios. La ciudad es de todos, no sólo de ellos y es lamentable que usen sus privilegios en su propio beneficio.
Alberto Bruno


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