Aarón Castellanos. - "No hubo previsión ni sensibilidad, y esto es raro en una provincia que siempre tuvo problemas hídricos", disparó Eduardo Salleras. El presidente comunal que se define como un intérprete del agua, dice que aprendió mucho en la dura práctica de defender a esta pequeña localidad del desborde de la laguna La Picasa.
"Hace meses las fotos satelitales mostraban al norte de San Justo una masa de agua producto de las lluvias sobre Santiago del Estero y que no tenía otra salida que el Salado", apuntó Salleras. En su opinión estos datos ameritaban controlar las obras aguas abajo. Además, dijo que el hecho de que el puente sobre el Salado sea más angosto que lo necesario, empujó el agua hacia atrás, hacia la zona del hipódromo, donde habría que investigar "seriamente por qué no estaban terminadas las defensas", enfatizó.
"El Salado es un río de llanura y por sus características da mucho más tiempo para reaccionar", explicó mientras que afirmó que por los avances climáticos hace cuatro meses se sabía que el centro-norte de la provincia se iba a convertir en un epicentro de lluvias importantes. Hasta ahora, el sur provincial parece haber eludido dicho pronóstico, pero sufre el aumento de las napas. La contradicción, por sí misma, debería ser un llamado de atención, comentó.
Sobre la interrupción de las defensas a la altura del hipódromo, Salleras dijo que circulan "algunos datos curiosos" y amplió la base de lo que considera falta de previsión "que siempre estuvo ausente en la Argentina, siempre se hacen obras de mínima, un canalcito por acá, un tapón por allá, una alcantarilla para ir atenuando a gatas algunos efectos pero sin atacar a las causas", comentó.
"Tampoco sirve ahora que algunas instituciones quieran sacarse el lazo del cuello", disparó Salleras y dio como ejemplo al Instituto Nacional del Agua y la Universidad Nacional del Litoral que dijeron haber avisado. "Debieron haber salido a los medios a decir que lo que se venía era grave y que habían alertado a las autoridades", puntualizó y remarcó que tampoco es justo que ruede solamente la cabeza del ex titular de Hidráulica, Ricardo Fratti. Para Salleras, la Dirección de Hidráulica de la provincia nunca estuvo a la altura de las circunstancias y alistó entre lo que considera desaciertos a los Bajos Submeridionales, Cañada de Gómez y La Picasa, entre otros. "Chaco, Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires le tiran el agua a Santa Fe y no saben qué hacer.
"Sólo ponían la cara"
La Dirección de Hidráulica no tenía energía, sólo servía para poner la cara", comentó. También dijo que para atenuar los efectos de las distintas crisis se implementaron recursos políticos, como comisiones de seguimiento.
"Hay que investigar si los desaciertos de Hidráulica son técnicos o políticos, incluso la Facultad de Ciencias Hídricas del Litoral atendía problemas políticos relacionados con el agua, y eso sólo sirve si se trabaja para la prevención", dijo Salleras. También dijo que prevé un impasse en las obras anunciadas para el sur provincial ante la emergencia de la ciudad de Santa Fe.
"Si ante esta enorme desgracia hay que armar un patíbulo que lo hagan para varios, porque la desinversión en obras públicas en Santa Fe lleva varias décadas", dijo Salleras y abogó para que las víctimas de la inundación sirvan para que los corazones de los dirigentes se inclinen en favor de la gente".