La ola de golpes de piratas del asfalto en la zona sur de la provincia parece no detenerse. Entre la noche de lunes y la madrugada de ayer se registraron dos nuevos casos en Rosario.
El primero de los episodios ocurrió cuando un camión cargado con 31 mil litros de gasoil fue robado el lunes a la noche en el norte de la ciudad. Tras ser mantenido en cautiverio durante ocho horas en una casa, en un lugar no precisado, el chofer fue abandonado en la autopista a Córdoba.
Según indicó una fuente policial, Federico Hermida, de 20 años, había salido de la destilería Fecom Pérez Companc de San Lorenzo al mando de un camión Fiat Ivecco transportando 31 mil litros de gasoil. A las 21, el chofer atravesó el cruce de bulevar Avellaneda y Alberdi, donde fue interceptado por dos hombres que se movilizaban en un auto.
En poder de los delincuentes, el chofer fue obligado a recorrer un trayecto que no pudo precisar. "Dijo que lo pasearon por diferentes lugares", explicó el vocero.
Luego, según Hermida, los piratas lo llevaron a una casa, donde quedó encerrado hasta las 5 de ayer. A esa hora, los ladrones regresaron a la vivienda y nuevamente el chofer fue introducido "con los ojos vendados" en un vehículo.
El rodado se puso nuevamente en marcha y entonces los asaltantes y el chofer iniciaron otro viaje que terminó cuando Hermida fue abandonado en la autopista Rosario-Córdoba, cerca del cruce con la ruta A-012. En tanto, el camión fue hallado sin la carga cerca de las 12 de ayer en la ruta 19, a la altura de la localidad de Franck, y a unos seis kilómetros de Santo Tomé.
Mercaderías a granel
El otro atraco se registró en la intersección de avenida de Circunvalación y la ruta 34 y los piratas se llevaron un cargamento de más de 24 mil kilos de mercaderías. Según indicó una fuente policial, Domingo Rosario Scadutto, de 43 años, salió de la localidad bonaerense de General Pacheco con una carga de 24.600 kilos de aceite, galletitas y alfajores con destino a la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
A las 3, cuando el chofer bajaba la avenida de Circunvalación para ingresar a la ruta 34, dos jóvenes de pelo "corto y vestidos con ropa negra" subieron al estribo del camión Scania 112. Sorprendido, Scadutto sólo atinó a abrir la puerta. Enseguida, los maleantes lo encañonaron con pistolas 9 milímetros y lo obligaron a sentarse en la cama del rodado.
Después de recorrer un trayecto, los piratas lo introdujeron en un Renault Megane en el que se movilizaban otros dos ladrones. Los maleantes y Scadutto recorrieron dos cuadras y allí el chofer debió bajar nuevamente para que los delincuentes lo metieran en el baúl.
A partir de este momento, las maniobras bruscas y los impactos en la carrocería del Megane llevaron a Scadutto a presumir que los piratas transitaban por una zona de "badenes y pozos". Al parecer, los maleantes atravesaron el barrio Nuevo Alberdi y, después de media hora, cuando ya Scadutto no escuchaba el sonido del motor del auto, fue liberado cerca de la empresa constructora Rovial, en jurisdicción de la subcomisaría 2º.