Año CXXXVI
 Nº 49.855
Rosario,
miércoles  28 de
mayo de 2003
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Liberan a familiares de una nena de 11 meses asesinada en Casilda
Un chico de 16 años habría confesado que mató accidentalmente a una beba
El menor es vecino de la criatura y negó haberla violado. Pero tiene un antecedente por abuso a otra nena

Gustavo Orellano / La Capital

Casilda.- Un chico de 16 años aseguró ayer a la policía ser el autor del espantoso crimen de una beba de 11 meses cuyo cuerpo fue hallado la tarde del domingo semisumergido en un canal pluvial de esta ciudad. Sin embargo el menor, vecino de la familia de la criatura, sostuvo que se trató de un accidente y negó haber abusado sexualmente de la nena. En tanto, los padres de la niña recuperaron la libertad mientras se esperaba que en las próximas horas ocurra lo mismo con los abuelos maternos y dos tíos, sobre quienes los investigadores habían sembrado sus sospechas.
El cuerpo de Agustina Denise Almada fue encontrado a las 16.30 del domingo por un joven que atravesó la pasarela peatonal que cruza sobre el canal Candelaria, en el barrio Municipal y a tres cuadras de donde se domicilia la familia de la pequeña. Las primeras pericias médicas y la autopsia confirmaron que la nena murió por estrangulamiento y además que presentaba lesiones por abuso sexual. El crimen habría ocurrido entre las 6.15 y las 7 de aquel día.

Se cayó al sacarla del cochecito
Pablo, tal como la policía identificó al menor que confesó la autoría del caso al declarar delante de su madre, dijo que Agustina murió accidentalmente luego de que se le cayera al piso tras alzarla del cochecito donde dormía, dentro de su hogar. Y también contó que, ante la desesperación, llevó el cadáver hasta una obra en construcción cercana primero y al canal Candelaria después, donde lo ocultó con restos de mampostería bajo la pasarela peatonal.
El testimonio del menor resulta clave para los pesquisas, aunque ayer había ciertas sospechas sobre su veracidad en cuanto a su negativa de haber abusado de la pequeña. Claro que en la carpeta de los policías hay un dato que no dejaron pasar por alto: Pablo tiene un antecedente por haber abusado de una nena de 2 años en el año 1996, fue expulsado de tres escuelas casildenses por el comportamiento sexual mantenido para con sus compañeritos y anoche les dijo a sus custodios que tenía algunas otras cosas para contar. "Se lo vas a decir mañana al juez", fue la respuesta de los policías que hoy lo llevarán a Rosario para declarar ante el juez de Menores Jorge Cartelle.
En tanto, para echar más luz sobre el caso, se esperan para las próximas horas los resultados de los análisis anatomopatológicos que se practicaron sobre la cavidad anal de la pequeña para determinar la existencia o no de resto de semen. De ser así, se realizará un estudio de ADN para saber si pertenece al confeso homicida.
Por otra parte, los padres de Agustina, María Almada y Jorge Vallejos, recuperaron su libertad tras prestar declaración ante la jueza Silvia Nogueras, quien al cierre de esta edición iba a tomar igual decisión respecto a los abuelos maternos, Alicia Liruso y Virgilio Almada, y sus tíos Pablo y Eduardo Almada.
Según voceros judiciales, los progenitores de la pequeña fueron excarcelados porque pudieron justificar donde estuvieron durante las horas previas al crimen de Agustina. Mientras que el resto de la familia planteó algunas contradicciones en sus testimonios y se sospechaba de un probable encubrimiento. Sucede que no todos pudieron justificar dónde estuvieron las horas en que la nena estuvo en su hogar al cuidado de su abuelo.
Agustina y sus dos hermanos, Carolina, de 3 años, y Nicolás, de 5, habían quedado durmiendo con su abuelo porque su madre había ido a una bailanta y el resto de los habitantes de la casa también había salido.
Pablo, el principal sospechoso, fue detenido a partir del testimonio de uno de los tíos de la nena, quien aseguró haberlo visto cerca de su casa cuando regresó la madrugada del domingo a su domicilio. El menor, al justificar su presencia, le dijo que había ido a buscar un pedazo de pan. Sin embargo, cuando entró a la vivienda su sobrina no estaba. Claro que, en ese momento, pensó que podría estar con su madre.
Cuando la policía llegó a la casa del imputado, ubicada a pocos metros de donde residen los Almada, el joven lloraba en su dormitorio. Al ser consultado sobre las razones de su tristeza habría dicho que extrañaba a la beba, lo cual hizo sospechar a la policía. Tras ser trasladado a la jefatura casildense y después de un extenso interrogatorio, Pablo terminó admitiendo que Agustina murió por su culpa, aunque insistió en que fue un accidente y negó haber abusado de ella.



La vivienda de la familia Almada en Casilda.
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