Bagdad. - Un soldado de Estados Unidos murió y cuatro resultaron heridos en emboscadas en Irak, mientras fuerzas norteamericanas capturaron a un cuñado del derrocado presidente Saddam Hussein, informaron los militares estadounidenses.
Varios hombres atacaron con ametralladoras y lanzagranadas a una caravana del Tercer Regimiento de Blindados del ejército estadounidense cerca de la ciudad de Haditha, a 180 kilómetros al noroeste de Bagdad. "El convoy de ocho vehículos, que se dirigía a la base aérea de Al Asad desde el poblado de Al Qaim, cercano a la frontera con Siria, cumplía una misión de reabastecimiento cuando fue atacado a las 6.15 hora local", relató el Comando Central de las fuerzas estadounidenses, en un comunicado. Ayer hubo en total tres emboscadas a tropas estadounidenses.
Pocas horas después, una explosión sacudió otra caravana militar en los suburbios de Bagdad, destruyendo un vehículo ligero Humvee y causando heridas a tres soldados.
"Se lo merecen y se merecen más aún. Son invasores, no libertadores", comentó Ali Abbas, un residente del distrito de Amiriyah, en el oeste de Bagdad. El domingo, un soldado estadounidense murió y otro resultó herido en una explosión en un edificio donde se guardaban municiones iraquíes, al sur de Bagdad.
En otra acción del domingo, fuerzas estadounidenses detuvieron a un cuñado de Hussein identificado como Mulhana Hamood Abdul Jabar. La detención se produjo en Tikrit, la ciudad natal y ex bastión de Hussein. El cuñado tenía en su poder 300.000 dólares, ocho millones de dinares (6.000 dólares), tres fusiles de asalto AK-47 y una granada impulsada por cohetes.
Los esfuerzos estadounidenses para pacificar Irak después de derrocar a Hussein avanzaron poco hasta ahora. Ayer, un alto clérigo iraquí, a quien las fuerzas estadounidenses han pedido que desarme a su pequeño ejército privado, seguía sin confirmar si accederá o no a tal pedido.
En una entrevista con Reuters, el ayatolá Mohammad Baqer al-Hakim dijo que su milicia, que debería entregar las armas hasta el 14 de junio, estaba en realidad desarmada, pero señaló que los iraquíes tenían el derecho a defenderse porque los estadounidenses no habían podido mantener la paz.
Las fuerzas estadounidenses, que seis semanas después de la caída de Hussein siguen sin lograr restablecer plenamente la ley y el orden, han dicho que todos los iraquíes deben entregar sus armas hasta junio o sufrir sanciones. "Esa es una decisión equivocada", dijo Hakim.
Las tropas estadounidenses confiscaron el domingo en un puesto de control en el norte de Irak un camión que transportaba al parecer lingotes de oro, valorados hasta en 100 millones de dólares, el segundo cargamento de este tipo confiscado en los últimos cuatro días, según fuentes militares estadounidenses.
Al mismo tiempo, Estados Unidos y organizaciones internacionales tratan de restablecer los servicios básicos para la población civil. En Ginebra, la Organización Mundial de la Salud dijo que esperaba reanudar la distribución de suministros médicos dentro de Irak hasta fines de esta semana, como parte de sus acciones para reactivar el sistema de salud del país.
Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron su guerra contra Irak principalmente con el objetivo de destruir las armas de exterminio del país, pero hasta ahora no ha sido encontrado el supuesto arsenal químico, biológico o nuclear.
Los inspectores de armas de la ONU, que salieron de Irak antes del comienzo de la guerra, han intentado retornar y reanudar su trabajo.
Volverían los inspectores
En Viena, la agencia de la ONU que supervisa los programas nucleares dijo que sus inspectores podrían volver a Irak esta semana para investigar denuncias de saqueos en el principal sitio nuclear del país.
La Agencia Internacional de Energía Atómica dijo que espera investigar si se ha producido un derrame o un robo de uranio de edificios de almacenamiento cercanos al centro de investigación nuclear de Tuwaitha, donde ese material estaba guardado y sellado por la ONU desde la Guerra del Golfo de 1991. (Reuters)