Cristian Brolese eran un pibe tan solidario como impulsivo. Al menos así lo recuerdan sus amigos. Ellos dicen que "si tenía un pan te daba la mitad", pero también que "era capaz de enfrentarse a quien fuera para defender a un ser querido". El chico cursaba la secundaria en la escuela Juana Elena Blanco y hace tres semanas había empezado a trabajar en una tintorería de Sarmiento e Ituzaingó, donde se encarga del reparto en una bicicleta. Sus conocidos lo recuerdan como un chico sociable y lleno de amistades. Jugaba al fútbol con sus amigos en un equipo al que bautizaron Audax, con el cual competían en un torneo interno del Club San José. "El ponía el pecho por cualquiera -describió Luciano-. Que no le tocaran a los amigos porque él no le tenía miedo a nadie".
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