Bagdad. - La fuerza anglo-estadounidense que ocupa Irak dio un plazo de tres semanas al pueblo iraquí para que entregue todas las armas ligeras y pesadas que tenga escondidas, como parte de su campaña para restablecer la ley y el orden en el país. "A partir del 1º de junio, los iraquíes tendrán 15 días para entregar las armas no autorizadas por la coalición en diferentes puestos militares a lo largo del país", advirtió la coalición a través de un comunicado divulgado en Bagdad. "Los que después del 14 de junio sean encontrados en posesión de las citadas armas serán arrestados y llevados ante un tribunal para ser juzgados", añadió la nota. Un alto porcentaje de la población civil iraquí guarda armas de diferente tipo en sus casas, muchas de aquellas proporcionadas por el régimen de Saddam Hussein en los meses previos a la guerra. Desde la caída del antiguo régimen ha florecido el comercio de armas, especialmente fusiles de asalto tipo AK-47 Kalashnikov y misiles antitanque, muchos de ellos comprados por los saqueadores que asaltan la ciudad desde el pasado nueve de abril, cuando entraron en Bagdad las tropas estadounidenses. La coalición dictó reglas estrictas para entregar estas armas con el fin de evitar accidentes con los soldados extranjeros, que podrían perder la calma al ver acercarse hacia ellos hombres armados. Las instrucciones explican que las personas deberán colocar las armas "descargadas, desmontadas y en una bolsa de plástico transparente que les darán los soldados y dirigirse lentamente hacia los puntos de recolección". Dichos puntos serán instalados en comisarías y retenes vigilados conjuntamente por fuerzas de la coalición y policías iraquíes. El pasado jueves, el general David McKiernan, comandante del ejército estadounidense en Irak, anunció que la coalición iba a prohibir la posesión de armamento pesado y armas automáticas y exigir permisos para armas ligeras con el fin de reducir el número de armas que circulan en el país. Sólo los combatientes kurdos en el norte de Irak podrán mantener sus fusiles semiautomáticos y también las armas pesadas. Líderes shiítas están indignados por el trato discriminado, ya que ellos deben estregar su armamento. "Puede ser que no hayamos combatido del lado de la coalición, pero tampoco luchamos contra ella", dijo un representante del más grande grupo shiíta liderado por el ayatolá Bakr el Hakim. (EFE y AFP)
| |