Año CXXXVI
 Nº 49.852
Rosario,
domingo  25 de
mayo de 2003
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Una avalancha de normas dejó raquítica a la legislación
Desde 1989 se profundizó la caída de los derechos adquiridos y la clase trabajadora quedó desprotegida

"La primera gran pérdida sufrida por el movimiento obrero data de la dictadura militar", dijo a La Capital Recalde, jefe de asesores letrados de la CGT disidente liderada por Hugo Moyano, y presidente de la Comisión de Derecho del Trabajo de la Asociación de Abogados de Buenos Aires. "Además de la represión al sector -explicó-, se desbarató el derecho individual del trabajador. La ley del trabajo de la dictadura militar derogó 27 artículos y modificó otros 99, sobre un total de 302".
"El arraigo a las organizaciones sindicales fue atacado en 1977, al dictarse el decreto que dejó caducas las afiliaciones históricas y obligó a reempadronarse a todos los trabajadores, lo que motivo una mayor cantidad de desafiliados", indicó.
El asesor cegetista destacó que "la primera movilización opositora se realizó el 27 abril de 1979, cuando los gremios que conformaron el Grupo de los Veintinco (Jorge Triaca -plásticos- y Armando Cavalleri -mercantiles-) reclamaron la recuperación de la democracia. Al llegar el período constitucional se recuperaron los derechos colectivos -asociaciones sindicales, obras sociales, paritarias, estatutos, convenios- pero no los derechos individuales tales como vacaciones, preavisos, francos, jornadas laborales, entre otros.
"Asíse llega a 1989, cuando comienza a desbarrancarse la legislación laboral en nombre de la protección del trabajador: total depreciación de las indemnizaciones, pago en negro, parciales o con tickets. En 1990 se suspende la vigencia de los convenios colectivos y el decreto 1757/90 -en plena democracia- suprime los derechos establecidos en los convenios de las empresas públicas, afectando la estabilidad de los empleados públicos. También en 1990 se reglamentó el derecho de huelga, que permitiría decretar la ilegalidad de las protestas y posibilitar los despidos. Pero -señaló Recalde- ninguno de los técnicos que colaboraron en el diseño de estas medidas dan la cara ahora".

Flexibilización y contratos basura
"Luego, con Domingo Cavallo llegó la nueva ley de empleo (noviembre de 1991) y se modifican las normas sobre accidentes de trabajo y productividad. En 1994, la CGT oficial firma un acuerdo sobre la flexibilización, los contratos basura, la ley de quiebras que suspende los convenios colectivos, la ley de riesgos de trabajo que crea un mercado de capitales, y la ley de conciliación obligatoria. Fue una avalancha de normas que atacaron al trabajador".
Recordó que "también se pretendió modificar las indemnizaciones por despidos con el proyecto del 17 de octubre de 1996, y se buscó derogar los estatutos especiales como los de prensa y comercio. Aparecieron las AFJP y la desregularización de las obras sociales".
"Tras asumir De la Rúa -destacó- llegó el proyecto de reforma laboral, la ley vigente que establece -por ejemplo- que un trabajador pueda estar a prueba durante todo un año. Además se descentralizaron las negociaciones colectivas, se produjo la colisión de convenios y de allí en más no se aplicará el más favorable para el empleado. Luego vino la devaluación del poder adquisitivo del salario y la suspensión de los despidos -ya durante el gobierno de Duhalde-. Pero, los trabajadores en negro no cobraron subsidios.


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